El gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, no asistió a los funerales de los niños asesinados en la escuela primaria de Uvalde, desatando la crítica de los padres de las víctimas.
“Esta gente no tiene compasión. No les importamos. Desde que pasó ha habido que buscar al gobernador”, declaró Angel Garza, padre de una niña de diez años que falleció tras el tiroteo.
El medio americano, ABC, asegura que la última vez que el gobernador piso Uvalde, para cuando se reunió con la fiscal de distrito Christina Busbee.
A pesar de no asistir a los funerales, Abbott aseguró que visitará Uvalde para supervisar las obras de un centro psiquiátrico, donde se atenderá a los menores afectados por la noticia.
Un informe aún preliminar sobre lo sucedio en Texas, señala que las razones de la masacre fue la inacción de las fuerzas de seguridad así como su indiferencia a los gritos de auxilio de los menores.
“No hay nadie, al margen del tirador, a quien podamos atribuir malicia o malas intenciones, pero hemos encontrado en cambio fallos sistémicos y un proceso de toma de decisiones extremadamente malo“, según el documento, de 80 páginas, en poder en los medios estadounidenses.
