Un nuevo caso de "impulso de idiotez" se presentó en los Estados Unidos, pues un sujeto de la ciudad de Sandy, en el estado de Utah, decidió estrellar su auto en contra de la concesionaria que se lo vendió al reclamar por defectos en el propio auto.
El caso se dio cuando, Murray, se presentó a una concesionaria de la ciudad, reclamando que su auto, que fue comprado en modalidad "tal cual", presentaba fallas. Este reclamaba que se le reembolsara su dinero.
Pero la tienda se negó por a devolver su dinero, pues debido a que los compró en la ya mencionada modalidad, le negó la posibilidad de regresar el auto. Ante esto, el hombre decidió estrellar el auto contra el negocio.
El impacto dañó otro automóvil en la sala de exhibición y dejó la entrada principal completamente destruida. Los daños materiales se estiman en al menos 10.000 dólares, cifra que podría aumentar según las evaluaciones
Tras esto, el hombre fue arrestado por el delito de daños criminales en segundo grado, por lo que este podría tener enormes multas y hasta 15 años de prisión.