En su reciente intervención durante un mitin en el estado de Pensilvania, Kamala Harris, candidata del Partido Demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, destacó que su administración se centraría en desmantelar al cártel de Sinaloa,
Harris señala a esta banda criminal mexicana de distribuir fentanilo y otras drogas nocivas en el territorio estadounidense, por lo que de ganar las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, tomará cartas en el asunto.
Durante el evento, que tuvo lugar en uno de los estados más afectados por la crisis de opioides, la demócrata afirmó que su experiencia como fiscal general la capacita para enfrentar a estas "poderosas" redes criminales.
´Como fiscal general de un estado fronterizo, me enfrenté a organizaciones criminales transnacionales como el cártel de Sinaloa, que trafican drogas y amenazan la seguridad de nuestras comunidades´, expresó Harris, recibiendo el apoyo de los asistentes.
Además, la candidata demócrata reiteró su conocimiento y determinación para combatir a este tipo de organizaciones.
´Conozco de primera mano a estos cárteles, y como presidente, me aseguraré de que los persigamos con todo el peso de la ley por empujar veneno como el fentanilo en nuestros niños. Como presidenta, lucharé en nombre de todas las comunidades y de todos los estadunidenses´, sentenció la primera candidata de origen afro e indio.
Aunque la DEA identifica tanto al cártel de Sinaloa como al de Jalisco Nueva Generación como principales distribuidores de drogas sintéticas en el país, Harris se enfocó en el primero, subrayando la amenaza que representan.
Cabe señalar que esta es la segunda ocasión en la semana que la candidata demócrata habla de las organizaciones criminales, pues durante el debate contra Donald Trump en Filadelfia, Harris se ufanó de ser "la única persona en este escenario que ha procesado a organizaciones criminales transnacionales por tráfico de armas, drogas y seres humanos.
Así mismo, Harris acusó a Trump de bloquear la iniciativa de ley bipartidista del Senado que habría destinado más recursos para permitirnos procesar a las organizaciones criminales transnacionales por tráfico de armas, drogas y seres humanos.