Aunque la probabilidad de que México se vea involucrado en un conflicto nuclear es baja —según expertos, menos del 5% en el escenario global actual—, es fundamental que la población esté informada sobre las acciones básicas que pueden salvar vidas ante un posible ataque nuclear.
¿Qué hacer si ocurre un ataque nuclear?
Ante la amenaza de una explosión nuclear, las autoridades recomiendan:
Buscar refugio inmediato en un lugar cerrado, preferentemente en sótanos o en el interior de edificios con estructuras sólidas, para reducir la exposición a la radiación.
Alejarse de ventanas y puertas para evitar heridas por vidrios o la inhalación de polvo contaminado.
Cubrir nariz y boca con un pañuelo o tela para evitar inhalar partículas radiactivas.
Retirar la ropa contaminada y lavarse con agua y jabón para eliminar residuos de material radiactivo que puedan estar en la piel o el cabello.
Permanecer en el refugio durante al menos 24 a 48 horas, ya que las primeras horas son las más críticas para la exposición a la radiación.
No consumir alimentos ni agua expuestos al exterior hasta recibir indicaciones oficiales que garanticen su seguridad.
Mantenerse informado a través de radio, televisión o medios oficiales para recibir instrucciones y actualizaciones de las autoridades.
Estas recomendaciones forman parte de las medidas básicas de protección civil que ayudan a minimizar el impacto en la salud de la población en situaciones extremas.
La importancia de la prevención
Aunque la probabilidad de una guerra nuclear es baja, la actual tensión internacional hace que la preparación y la información responsable sean esenciales. La coordinación entre autoridades y ciudadanía es clave para enfrentar emergencias con eficacia.