A pesar de las advertencias del estado ruso, miles se reunieron para darle el último adiós al opositor ruso, Alexei Navalny, quien murió por motivos aún no aclarados, en una prisión rusa cerca del círculo polar, en la región de Siberia.
Los familiares y equipo cercano del opositor a Putin se conglomeraron en una iglesias en el barrio de Mariino, en la capital de Rusia, donde como dicta la tradición ortodoxa rusa, el funeral se hizo con el féretro abierto.
Miles de rusos asistieron al funeral, pese a las estrictas medidas policiales y las advertencias de las autoridades sobre las consecuencias de participar en actos no autorizados. Aunque algunos medios independientes señalaron que algunos asistentes fueron arrestado de manera arbitraria.
Alexei Navalny fue el opositor más férreo al régimen de Putin, esto aunque en primera instancia, la posición política de Navalny era de ultra derecha, llegando a congeniar con neofascistas, pero su posiciones se transformó con el tiempo, pidiendo el fin de la guerra en Ucrania y amasando apoyo de naciones occidentales.
