La Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela señala que hay evidencia clara de que el régimen de Venezuela, comandado por Nicolás Maduro, cometió crímenes de lesa humanidad antes, durante y después de las pasadas elecciones presidenciales del 28 de julio.
Las autoridades de la ONU señala en su informe, de 158 páginas, que fuerzas de seguridad y grupos civiles armados progubernamentales realizaron asesinatos, desapariciones forzadas, actos de tortura y violencia sexual y de género contra disidentes del estado socialista.
Las otras instituciones acusadas son el Consejo Nacional Electora y la Asamblea Nacional, ambas acusadas de ser unas herramientas del régimen de Maduro para mantenerse en el poder.
La misión que preside la jurista portuguesa Marta Valiñas destaca en el informe que en los 10 meses anteriores a las elecciones al menos 48 personas fueron detenidas en relación con conspiraciones invocadas por el Gobierno, muchas de ellas en la llamada operación Brazalete Blanco, y en la campaña electoral hubo otras 121 detenciones por colaborar en actividades de la oposición.
Tras las elecciones venezolanas, el mundo democrático, como la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Japón, etc., se han posicionado a favor de la oposición, mientras que los regímenes del mundo, China, Rusia, Irán, Corea del Norte, etc., se han mostrado a favor de Maduro.