En una intervención durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo este 20 de junio de 2025, el presidente ruso Vladímir Putin reconoció su temor de que el conflicto en Ucrania y las tensiones en torno a las instalaciones nucleares de Irán, sumadas a la escalada entre Israel e Irán, podrían derivar en una Tercera Guerra Mundial.
"Me preocupa. Lo digo sin ninguna ironía y sin bromas", afirmó Putin, detallando que el riesgo potencial de conflicto está en aumento. Instó a hallar soluciones pacíficas e inmediatas, sin recurrir a armas.
El mandatario reiteró que Rusia sostiene sus compromisos con Irán, incluida la cooperación en el programa nuclear civil, y descartó participar militarmente del lado iraní, pese a su cercanía diplomática.
En cuanto a Ucrania, Putin defendió la narrativa de que rusos y ucranianos son "un solo pueblo", y advirtió que cualquier uso de una "bomba sucia" por Kiev provocaría una respuesta rusa «catastrófica».
El presidente ruso subrayó que los distintos focos de tensión —conflicto ucraniano, disputa de Oriente Medio y el programa nuclear iraní— exigen atención global y soluciones diplomáticas urgentes. Recordó que Rusia mantiene canales abiertos con Irán e Israel, ofreciendo "ideas" sin imponerse como mediador oficial.
Este mensaje llega en un contexto de tensiones crecientes: desde ofensivas israelíes contra Iran y contraataques, hasta la prolongada guerra en Ucrania. Putin insistió en que la comunidad internacional debe atender estos múltiples frentes de forma coordinada para evitar escaladas irreversibles.
Conclusión:
Las declaraciones de Putin reflejan la percepción de Moscú de una ventana peligrosa en la seguridad global: tres frentes críticos podrían confluir y obligan a priorizar la diplomacia. La advertencia sobre una posible Tercera Guerra Mundial resalta la urgencia de respuestas concertadas internacionales y el valor de mecanismos de desescalada.