Un parto por cesárea de una madre primeriza terminó en una tragedia que mantiene en vilo a una familia en Nueva Jersey.
Estefanía Mesa Vanegas, de 29 años, sufrió daño cerebral durante una cesárea de emergencia en julio que aún la mantiene en cuidados intensivos, pero su familia quiere que sea liberada.
Mesa, gerente de una panadería, estaba inicialmente en estado vegetativo, pero según sus parientes ahora está “mínimamente consciente”.
El 20 de julio su pareja, Eduardo Arqueta, estaba esperando afuera del quirófano, listo para la llegada de su hija. Pero Mesa sufrió daño cerebral y fue conectada a un ventilador, mientras la bebé Emma sí pudo irse al hogar de la familia, sola con su padre.
Según Arqueta, algunos médicos le informaron que Estefanía había sufrido una pérdida de oxígeno de dos o tres minutos durante un paro cardíaco. Pero también afirmó que una enfermera le sugirió que siguiera investigando y buscando la verdad.
“Estos son los registros médicos que se entregaron a la familia”, dijo Davis a Pix11 en una entrevista. “1,200 hojas de papel. Desafortunadamente, en ninguna parte de estos documentos se encuentran los registros más importantes que sugieran qué salió mal, quién participaba”. Había al menos cuatro médicos y dos enfermeras en la habitación. “¿Por qué pasó esto?”
Para acentuar el drama, la señora Vanegas ha estado recibiendo cartas de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) este año sobre una posible deportación.
Vanegas es una ciudadana colombiana que ha vivido en EE.UU. durante 20 años y está casada con un ciudadano estadounidense. “Quiero estar allí con mi hija durante su rehabilitación”, dijo llorando en español. “El dolor que estoy sintiendo ahora mismo como madre, no se lo deseo a nadie”.
La amiga de la familia Jennifer Romero creó una página de GoFundMe para ayudar a sufragar los enormes costos médicos.