La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle a renunciado a su puesto después de que este reconociera que el atentado contra Trump es uno de los fallos mas grandes del Servicio Secreto.
Pero su promesa de rendición de cuentas hizo poco para calmar los llamados a su renuncia. Varios demócratas del comité, incluido el miembro de alto rango Jamie Raskin de Maryland, se unieron a los republicanos para pedir su dimisión.
"Esta relación es irrecuperable en este momento y creo que la directora ha perdido la confianza del Congreso en un momento muy urgente y tierno en la historia del país, y necesitamos ir más allá de esto", dijo Raskin.
A pesar de las diferencias políticas entre las facciones políticas en Estados Unidos, ambos bandos han condenado el atentado contra Trump.