El número de fallecidos a causa de una erupción en una isla volcánica de Nueva Zelanda aumentó a 16. Dos personas que eran atendidas en hospitales han muerto, informaron el jueves las autoridades.
La policía indicó que una de las víctimas era atendida en el hospital Middlemore de Auckland
y la otra en el hospital Waikato de Hamilton.
Muchos de quienes sobrevivieron la erupción del lunes en la isla White sufrieron quemaduras de gravedad. Otras 28 personas siguen hospitalizadas, 23 de las cuales están en condición crítica.
La actividad geotérmica en la isla White aumentó el miércoles de manera significativa, por lo que las autoridades suspendieron los planes para recuperar los cuerpos de las víctimas.
Los temblores volcánicos se intensificaron a un nivel no visto desde la erupción de 2016, informó la agencia de monitoreo sísmico GeoNet, que pronosticó entre 40% y 60% de probabilidad de que hubiera otra erupción en las próximas 24 horas.
Mientras tanto, Australia envió un avión militar para traer de regreso a algunos de los australianos lesionados para recibir atención médica especializada. Las autoridades esperan trasladar a partir del jueves a 10 pacientes a los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria.
La policía cree que 47 visitantes estaban en la isla al momento de la erupción, 24 australianos, nueve estadounidenses, cinco neozelandeses y otras personas de Alemania, Gran Bretaña, China y Malasia. Muchos eran pasajeros del crucero Ovation of the Seas de Royal Caribbean.
Los sobrevivientes de la erupción corrieron al mar para escapar del vapor y las cenizas y terminaron con quemaduras, dijeron las primeras personas en llegar a su auxilio.
La tragedia tendrá un prolongado efecto en el pueblo de Whakatane, que se jacta de ser la entrada a la isla White. Además de ser un importante atractivo turístico para los 20.000 residentes, el volcán tiene un significado casi místico y sus fumarolas constantes son parte del paisaje.
Muchos se cuestionan por qué se permitió que turistas visitaran la isla después de que expertos en monitoreo sísmico elevaran el mes pasado el nivel de alerta del volcán. Más de 10.000 personas visitan la isla cada año.