La muerte de Juliana Marins ha conmovido al mundo entero. Esta turista latina, de solo 26 años y originaria de Niterói, Brasil, cayó 600 m en el volcán Rinjani, en la isla de Lombok, Indonesia, durante una excursión guiada el 21 de junio.
A pesar de haber sido localizada por drones térmicos, las condiciones adversas impidieron su rescate oportuno, y su cuerpo fue encontrado sin vida el 24 de junio.
Juliana era publicista, bailarina de pole dance e influencer con más de 269 000 seguidores en Instagram.
Inició un viaje en solitario por el sudeste asiático en febrero, recorriendo Tailandia, Filipinas, Vietnam y culminando su travesía en Indonesia.
Su estilo de vida independiente y su amor por la naturaleza la llevaron a explorar estos destinos, siempre enfocada en vivir intensamente y compartiendo su experiencia con su comunidad online .
El accidente ocurrió cuando Juliana se separó momentáneamente del grupo por cansancio y perdió el equilibrio en una zona resbaladiza del cráter, precipitando una caída que resultó fatal. Fue captada con vida reposando en una pendiente peligrosa, pero sin agua, comida ni abrigo, y lentamente se deslizó aún más al interior del volcán. Los equipos de rescate, equipados con drones térmicos, cuerdas, alpinistas y helicópteros, enfrentaron lluvia, niebla y terreno inestable, lo que retrasó el acceso por días.
Durante cuatro largos días, seis brigadas desplegaron recursos para llegar hasta ella. Finalmente, el 24 de junio un grupo de rescate logró alcanzar su cuerpo a unos 650 m de profundidad, en una operación complicada por el clima y la geografía. Su padre, Manoel Marins, expresó su dolor y orgullo a través de una carta en Instagram: "Vuela, Juju, vuela..." .
Aunque las autoridades indonesias aseguraron que Juliana había recibido alimentos y agua, su familia y la embajada brasileña lo negaron, denunciando desinformación sobre el rescate. En respuesta, el Ministerio de Bosques de Indonesia cerró temporalmente las rutas de senderismo en el Monte Rinjani por respeto y logística.
El caso ha puesto en evidencia los riesgos del senderismo en volcanes activos, las limitaciones de los rescates en entornos extremos y la importancia de contar con protocolos claros para turistas extranjeros. Latinoamérica sigue de luto por la pérdida de una viajera valiente, cuya historia resuena como advertencia y homenaje a quienes eligen caminos inciertos.
