El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a captar la atención mediática tras otorgar un indulto total e incondicional a Ross Ulbricht, creador del mercado ilegal Silk Road, y a líderes de grupos ultranacionalistas como los Oath Keepers y los Proud Boys. Estas decisiones han generado intensas reacciones, alimentando tanto el apoyo como la indignación en un país ya profundamente polarizado.
El caso Ross Ulbricht y Silk Road
Ulbricht, arrestado en 2013 y condenado a cadena perpetua en 2015, fue el fundador de Silk Road, un mercado de la ´dark web´ donde se comercializaban narcóticos como heroína y cocaína. La plataforma generó más de 200 millones de dólares en ganancias y fue pionera en el uso de criptomonedas como el bitcoin, lo que le valió una especie de estatus de culto entre los entusiastas de estas divisas.
El indulto de Ulbricht no fue una sorpresa total, ya que Trump había prometido esta acción durante su campaña electoral como un gesto hacia los libertarios y los defensores de las criptomonedas. En su red Truth Social, Trump justificó su decisión criticando al sistema judicial que procesó a Ulbricht, calificando a los fiscales como "lunáticos" que también habrían actuado en su contra.
Libertad para líderes del 6 de enero
En un movimiento igualmente controvertido, Trump también concedió el perdón presidencial a Stewart Rhodes y Enrique Tarrio, líderes de los Oath Keepers y Proud Boys, respectivamente. Ambos grupos fueron fundamentales en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, un evento que dejó cuatro muertos y más de 140 agentes heridos.
Según datos del Departamento de Justicia, más de 730 personas han sido condenadas por el ataque, con otras 300 aún enfrentando cargos, algunos por delitos violentos. El perdón a Rhodes y Tarrio refuerza el respaldo de Trump a quienes participaron en el intento de insurrección, una postura que sigue dividiendo a la sociedad estadounidense.
Reacciones políticas y sociales
Los indultos han provocado fuertes críticas por parte de sectores progresistas y defensores de la justicia, quienes consideran que estas acciones subvierten el estado de derecho y envían un mensaje de impunidad a los involucrados en actos criminales. Sin embargo, los partidarios de Trump lo ven como una reivindicación frente a lo que consideran un uso injusto del aparato judicial para perseguir a aliados del expresidente.
Un movimiento estratégico
Estas decisiones también tienen un cálculo político. Al indultar a figuras simbólicas para libertarios y ultranacionalistas, Trump refuerza su base electoral de cara a un posible regreso político. Esto subraya su capacidad para polarizar y movilizar apoyo entre grupos clave mientras continúa en el centro del debate público.
En un contexto de profunda división, estas acciones consolidan la figura de Trump como un líder dispuesto a desafiar las normas políticas, pero también como un actor que exacerba las tensiones en un país que aún lidia con las heridas del 6 de enero.
