Por primera vez, desde el inicio de la guerra, las tropas ucranianas atacaron territorios rusos con los modernos misiles británicos, Storm Shadow, según medios británicos se usaron 12 de este tipo de cohetes en contra de la región de Kursk.
Fue por medio de telegram, ciudadanos rusos compartieron el momento que estos misiles golpean la región rusa, dejando potentes explosiones que pudieron ser escuchadas en toda la región.
Se cree de manera preliminar que uno de los objetivos fue un palacio que pertenecía al presidente Putin y bera usado como centro de comando para las tropas rusas. Por el momento, Ucrania no ha emitido un comunicado al respecto.
Los Storm Shadow son potentes misiles de largo alcance -unos 250 kilómetros- que, tras ser disparados desde un avión, toman una velocidad cercana a la del sonido y vuelan hasta impactar en sus objetivos. Por su precisión y rapidez, se los considera ideales para ataques contra búnkeres reforzados y depósitos de munición, tal como Kiev se ha estado enfocando en eliminar en el último tiempo.