El mes de agosto comenzó en medio de un escenario de pelea entre grupos de autodefensas y criminales del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), interesados en controlar la región de Tierra Caliente, en Michoacán.
Este miércoles, la organización criminal dirigida por Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, protagonizó la quema de camiones y balaceras en el municipio de Coalcomán, al suroeste de Michoacán. Además, la tarde del martes, en redes sociales usuarios reportaron la llegada de una caravana del cártel de las cuatro letras. Según éstos, son camionetas rotuladas con las insignias CJNG provenientes de Tepalcatepec y Buenavista.
De acuerdo con los testimonios, los enfrentamientos han durado al menos 12 horas, con un saldo hasta el momento desconocido. Las noticias —que tardan en bajar de la sierra—aseguran que ninguna autoridad, ni el 65 Batallón de Infantería han actuado en esta escalada de violencia.
Desde hace unos meses, el Cártel Jalisco avanza en Michoacán con sus vehículos blindados y su armamento de alto voltaje. En un acto de frenar su paso, grupos de civiles armados les han cortado el paso con la destrucción de vías y con retroexcavadoras atravesadas.
En abril del año pasado, las autodefensas anunciaron su regreso ante el azote de violencia del crimen organizado. “Vuelven las camisetas blancas”, aseguraron. Los hombres armados califican al Cártel Jalisco Nueva Generación de terrorista, pues los habitantes de Coalcomán no pueden desplazarse libremente por el territorio nacional sin que sean privados de su libertad.
En Tepalcatepec, otro municipio en el estado de Michoacán, habitantes y autoridades reportaron que van cuatro días consecutivos de ataques del CJNG. Estas ofensivas se encuentran también en otros nueve municipios de la entidad. Para tomar el control de Michoacán, el Cártel Jalisco ha utilizado también drones cargados con explosivos C4 y granadas de fragmentación.
Las autoridades estatales aseguran que los últimos episodios de violencia son parte de la macabra estrategia conocida como “calentar la plaza”. Según la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, un comando del grupo criminal Cárteles Unidos —un conglomerado de células delictivas de Michoacán como Los Viagras, los Caballeros Templarios, Los Blancos de Troya y los Botos— se desplegó en el municipio de Buenavista, donde el CJNG mantiene sus bases de operaciones.
Como respuesta, el cártel de las cuatro letras atacó las oficinas del poblado de Tarecuato, así como negocios. El ambiente de violencia tiene lugar tras las elecciones en México, el pasado de 6 junio, que desde hace varios ciclos se han visto empañadas por oleadas de asesinatos.
Muchas de las víctimas mortales han caído en desgracia a manos de las organizaciones criminales, que buscan acuerdos con los políticos para conseguir protección y expandir sus tentáculos. De acuerdo con los expertos, los conflictos tienden a empeorar cuando los grupos rivales llegan a acuerdos con distintas agencias o instituciones estatales.
Desde hace años, los gobiernos michoacanos han renunciado al monopolio del uso de la fuerza, dándole de esta forma la bienvenida los grupos de autodefensa, algunos de los cuales bajo el paraguas de protectores han creado alianzas con organizaciones criminales. Téngase de ejemplo el grupo conformado por Juan José Farías, alias el Abuelo a quien se le relaciona con el CJNG y Cárteles Unidos
