Los Armadillos revisan el área esperando hallar una identificación o artículos que puedan ayudar a reconocer a la persona.
"De los restos que hemos encontrado, 50% eran de mexicanos y el otro 50% eran de centroamericanos. En muchas ocasiones estamos en un lugar donde no tenemos recepción de teléfono y lo que hacemos es tomar un punto con el GPS. Cuando salimos del área, mandamos todo el reporte con las autoridades y ellos se encargan de levantar los restos.
"Muchas de las veces es muy deficiente la ayuda de los forenses y de las autoridades. El cuerpo que se encontró el 10 de octubre lo levantaron una semana después y para nosotros ese tiempo es crucial, porque sabemos que entre más tiempo pase el cuerpo ahí, es posible que la fauna lo despedace y sea más difícil la identificación y la recuperación de los restos completos".
Antes de partir hacia el muro fronterizo, la principal indicación que reciben los voluntarios miembros de los Armadillos es un llamado a mantenerse hidratados durante el camino, ya que la falta de agua puede traer complicaciones severas; también es necesario racionar el líquido y no beber agua en exceso, porque puede causar malestar estomacal. La advertencia sobre la fauna del lugar tampoco falta, puesto que el desierto es un lugar difícil de transitar.
"Antes de salir a una búsqueda tenemos que hacerle saber a la patrulla fronteriza en qué área vamos a estar trabajando para evitar problemas y que nos estén cuestionando. En el tiempo que llevamos sólo nos han detenido dos veces con preguntas de rutina sobre la documentación y la razón por la que estamos ahí".
En febrero, el equipo de Armadillos acompañó a la Quinta Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas en Veracruz y en octubre se unió a la Segunda Brigada Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas de Baja California, planeando para esta última una búsqueda binacional en ambos lados del muro, misma que fue frustrada por falta de autorización de los agentes fronterizos.
Ello llevó a la organización a realizar en suelo mexicano sus actividades de la mano de familias de personas no localizadas provenientes de diferentes partes de la República mexicana.
Bajo el lema de "Ni un migrante menos", los Armadillos tratan de proteger y defender los derechos de este sector.