CHIAPAS.
Desde el 24 de noviembre indígenas de Chalchihuitán, Chiapas, huyeron de sus comunidades por temor a los grupos armados que asolan la zona, derivado de la disputa de tierras localizadas en la línea limítrofe con el vecino Municipio de Chenalhó.
"Aquí estamos todos juntos porque nos quieren quitar el terreno", declara Laura Torres, una de las afectadas.
Las familias están dispersas, algunas se refugiaron en la cabecera Municipal de Chalchihuitán, otras en las escuelas y en casas particulares. Lugares en donde la diócesis de San Cristóbal de las Casas distribuye ayuda humanitaria.
"Hasta ahora hay 8 comunidades afectadas por tanto miedo, por tanto susto; la gente duerme en el monte", afirma Sebastián López López, párroco de Chalchihuitán.
Hasta el momento se han contabilizado más de 5 mil 300 personas desplazadas, la mayoría niños y mujeres embarazadas. Por lo que 25 organizaciones civiles pro derechos humanos han solicitado aplicar medidas cautelares.
"Dejaron sus casas porque no quiere morir todavía", asegura Salvador Sánchez Pérez, miembro de la parroquia.
El camino principal, que comunica a Chalchihuitán está incomunicado, es la única vía y tiene que transitar por la comunidad de Las Limas, donde los grupos armados que pertenecen a Chenalhó no les permiten el acceso.
Las familias desplazadas comen lo que pueden, chayotes, tortillas, frijoles, caña, entre otros productos que les han llevado para mitigar el hambre.
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