El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dado un paso decisivo al modificar la doctrina nuclear de Rusia, ampliando las circunstancias bajo las cuales el país podría recurrir a su arsenal nuclear. Este cambio responde a la autorización de Estados Unidos para que Ucrania utilice misiles de largo alcance, un movimiento que ha intensificado el conflicto bélico que supera los 1,000 días.
Puntos clave de la nueva doctrina nuclear
La actualización de la doctrina rusa introduce escenarios más amplios y vagos para el uso de armas nucleares:
Respuesta nuclear ante ataques convencionales: Rusia podría emplear armas nucleares incluso si la agresión inicial no incluye armamento nuclear, siempre que cuente con el apoyo de una potencia nuclear.
Protección de aliados: Un ataque convencional que amenace la "soberanía e integridad territorial" de Rusia o Bielorrusia podría justificar una respuesta nuclear.
Ampliación de desencadenantes: Ataques aéreos masivos, que incluyan misiles balísticos, cruceros, drones y aviones, también se consideran detonantes para el uso de armas nucleares.
Indeterminación estratégica: El lenguaje de la doctrina deja abiertas las circunstancias específicas de un ataque nuclear, dando margen a Putin para decidir según la situación.
Contexto: el ataque ucraniano con misiles ATACMS
La actualización ocurre tras un ataque de Ucrania en Bryansk, Rusia, con misiles ATACMS de fabricación estadounidense, autorizado por la administración Biden. Aunque Rusia derribó cinco de los seis misiles, calificó el ataque como una "agresión grave". Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, afirmó que futuros incidentes similares podrían justificar una respuesta nuclear, conforme a la nueva doctrina.
Reacciones internacionales
La decisión ha generado preocupación y críticas en Occidente:
Reino Unido: El primer ministro Keir Starmer calificó la nueva política rusa de "irresponsable" y llamó a la retirada de tropas rusas como solución al conflicto.
Bielorrusia: Aliado estratégico de Rusia, ha permitido el despliegue de tropas y armas nucleares tácticas en su territorio, aumentando la tensión con la OTAN.
Implicaciones globales
Este cambio no solo intensifica la guerra en Ucrania, sino que también altera el equilibrio estratégico mundial. Al ampliar el umbral de uso nuclear, Rusia aumenta la incertidumbre y eleva los riesgos geopolíticos, dejando a la comunidad internacional frente a un escenario aún más volátil.
La escalada subraya la necesidad urgente de esfuerzos diplomáticos para evitar una catástrofe mayor en Europa y el mundo.