Durante los recientes festejos de la Guelaguetza en Oaxaca de Juárez, un accidente sorprendió a los espectadores y participantes por igual. Mientras interpretaban el zapateado de “Los Zancudos”, 12 danzantes, en su mayoría menores de edad, cayeron al suelo del escenario desde una altura de dos metros. Este incidente fue capturado en un video que circuló rápidamente en Twitter.
Los integrantes del grupo de danza folclórica, originarios de la Villa de Zaachila, se encontraban presentando su espectáculo en una explanada aledaña a la zona arqueológica del municipio conurbado, sitio característico donde se llevan a cabo los bailes regionales. Según testigos, uno de los danzantes perdió el equilibrio y cayó, provocando una reacción en cadena que derribó a los demás.
Afortunadamente, paramédicos de la Cruz Roja y elementos de Protección Civil del Municipio de Zaachila acudieron rápidamente al lugar para atender a los lesionados. Las lesiones resultaron ser contusiones leves que no requirieron hospitalización.
A pesar de la sorpresa y el susto inicial, el espectáculo continuó. Los participantes que quedaron en pie decidieron continuar con el zapateado con renovado vigor, logrando así devolver la alegría al público y dar un final festivo al número.
Las primeras especulaciones sobre la causa del accidente apuntaban a la tarima recién pintada o a la lluvia. Sin embargo, se descartaron estas causas, ya que el escenario se encontraba en perfectas condiciones. Se atribuye el accidente a la dificultad de las acrobacias y a un error humano.
Uno de los danzantes recordó: “Cuando comenzaron a caer, lo que les dije es que se abrazaran todos para mantener el equilibrio”.
Pedro Medina, representante del grupo de “Los Zancudos”, afirmó que pese a los reportes iniciales, fueron entre 18 y 20 los danzantes que cayeron durante el acto. Sin embargo, corroboró que ninguna de las lesiones fue de gravedad y descartó que existan secuelas tras el accidente.
El suceso, aunque desafortunado, no opacó el espíritu de la Guelaguetza, un evento que sigue siendo uno de los más importantes y representativos de la cultura de Oaxaca, donde la danza, la música y el colorido de sus tradiciones se fusionan para rendir honor a la Virgen del Carmen.
