Congelar alimentos es una forma práctica de tenerlos a la mano cuando los requieras, en realidad, conservar carnes, frutas y verduras de esta forma es sencillo, aunque debes tomar en cuenta ciertas particularidades, ya que por su composición, no todos los alimentos reaccionan de la misma forma.
Por eso, aquí te compartimos algunas formas eficaces para que las bajas temperaturas no arruinen la comida.
Lo primero que debes tomar en cuenta antes de realizar este proceso, es considerar es el tipo de recipiente donde congelarás tus alimentos; estos deben ser de plástico o bien bolsas herméticas, nunca uses contenedores de vidrio ya que pueden romperse al momento de estar en contacto con el frío.
FRUTAS
Antes de congelar las frutas, recuerda que estas deben conservar su textura, sabor y color, ya que después de este proceso, pueden legar a cambiar un poco, por eso se recomienda utilizar estos frutos congelados para consumirlos en batidos, sorbetes o helados.
Las fresas, el plátano, la sandía, el melón, las frambuesas y las cerezas se prestan bien para congelarlos.
Antes de llevar a cabo este proceso, lava adecuadamente las frutas y colócalas en una charola en donde puedan estar separadas unas de otras. Posteriormente, guárdalas en una bolsa hermética, para evitar que se haga una bola de hielo.
VEGETALES
Aunque la mayoría de las verduras pueden ser congeladas, te recomendamos evitar someter a este proceso, aquellas que se consumen en crudo (pepinos, jitomate, lechuga o pimientos) ya que su textura cambia drásticamente una vez que las sacas de la nevera.
Para congelar vegetales, también es necesario guardarlos en bolsas herméticas y procurar sacar la mayor cantidad de aire posible, a fin de que se conserven al vacío; al momento de consumirlos solo basta con hervirlos.
CARNES
Es el alimento que mejor soporta la congelación y pueden conservarse en la nevera crudos o previamente cocidos, en caso de que se vayan a congelar crudos se recomienda no lavarlos, debido a que sus nutrientes podrían verse comprometidos.
Recuerda que antes de meter la carne al congelador, retirar tendones, huesos, pellejos y grasa, principalmente esta última, ya que con el paso del tiempo tiende a ranciarse.
Entre 10 y 12 meses la carne de aves y vacunos puede permanecer en perfectas condiciones, mientras que en el caso del cerdo y el cordero se conservan entre 6 y 8 meses.
Antes de descongelar solo debes dejarlas en el refrigerador durante 24 horas.
PESCADOS Y MARISCOS
Este es un tema a parte, ya que es sumamente imprescindible que los pescados sean congelados cuando están frescos, mientras que los mariscos deben meterse a la nevera previamente cocidos.
El pescado debe estar libre de vísceras y debe ser guardado en una bolsa hermética.
PANES, GALLETAS Y BOLLOS
Los panes, galletas y algunos tipos de bollos también pueden ser congelados, sobre todo aquellos adquiridos en alguna panadería y que por su elaboración no contienen conservadores.
Las galletas y bollos también deben guardarse en bosas herméticas a fin de que conserven su estado y su sabor; en el caso de panes enteros o biscochos, primero deben ser envueltos en papel aluminio.
Antes de consumirlos, es preferible meterlos directamente al horno, ya que si los dejar a temperatura ambiente perderán su forma.
No olvides etiquetar todos y cada uno de los alimentos, así sabrás con exactitud la fecha en la que se congelaron será de gran utilidad al momento que vayas a consumirlos.
Sigue estas recomendaciones al pie de la letra, sobre todo en esta época de cuarentena, donde es muy importante contar con todos los alimentos necesarios y evitar que se descompongan.