México.- El diario español El País, asegura que con base en testimonios de invitados e incluso un miembro de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), puede confirmar que no sólo 7 o 9 jugadores sino todo el equipo de la Selección Mexicana acudió a la polémica fiesta ocurrida el pasado 2 de junio, en la que de acuerdo con algunos medios, habrían participado damas de compañía.
“Estuvieron los 23. Salieron del estadio Azteca en camionetas y se fueron a la casa. Cenaron ahí. Sé que hubo mujeres”, comentó a El País, uno de los invitados a la reunión, quien pidió ser mantenido en el anonimato.
Tres días después de la fiesta, la revista de espectáculos TV Notas reveló dos fotografías de Giovani Dos Santos y Guillermo Ochoa, en las que supuestamente se les vería saliendo de la reunión. Además, según las fuentes de la revista, también habrían acudido otros siete jugadores: Jonathan Dos Santos, Carlos Salcedo, Raúl Jiménez, Jesús Gallardo, Marco Fabián, Jesús Manuel Corona y Héctor Herrera.
Esta información, de acuerdo con El País, es incorrecta, pues incluso los capitanes del equipo, Rafael Márquez y Andrés Guardado -quienes hasta el momento no habían sido vinculados con el festejo- habrían participado de manera directa en la organización de la parranda, alquilando a través de uno de sus representantes, la lujosa casa donde sucedió todo. Pro su parte, alguien vinculado a Javier “Chicharito” Hernández habría contratado la seguridad del evento. Entonces, “nadie podía faltar”, afirma el diario español.
El motivo de que sólo unos cuantos resultaran exhibidos fue que “a uno de los jugadores le avisaron que iban a haber fotos. Para no embarrarse se fue y avisó a algunos, como a Andrés [Guardado], a Rafa [Márquez]”, aseveró un familiar de los seleccionados.
De acuerdo con El País, el silencio que han decidido mantener desde entonces los cabecillas de la Selección, entre los que también se encuentran Héctor Moreno y Carlos Vela, ha generado división en el vestido mexicano, pues aunque todos asistieron, sólo unos cuantos han sido sometidos al escarnio público e incluso enfrentan problemas familares, mientras otros son protegidos.
