Una maestra de escuela primaria embarazada que sufría náuseas matutinas agudas se quitó la vida luego de que el personal médico exacerbara sus condiciones de salud mental, dijo hoy un médico forense.
Jessica Cronshaw, de 26 años, inicialmente estaba más que feliz porque esperaba su primer bebé con su pareja, Eddie Leck, pero quedó “reducida a un caparazón” como resultado de la hiperemesis gravídica (HG), informa The Mirror UK.
Jessica manifestó sentirse deprimida, pero los médicos no notaron el deterioro de su salud mental. También le dijeron, incorrectamente, que el único medicamento que aliviaba sus síntomas podría dañar al feto. En respuesta, redujo su dosis.
Durante la investigación, su pareja Eddie dijo que “parecía como si nadie nos estuviera escuchando”.
Sin embargo, al cabo de seis semanas, la madre de Jessica, Susan, encontró a su hija ahorcada en su dormitorio de la casa familiar en Accrington, Lancashire.
Madre y feto murieron
Los paramédicos la resucitaron antes de que la llevaran de urgencia al hospital para una cesárea de emergencia, pero ninguno de los dos sobrevivió.
La familia de Jessica ha estado tratando de crear conciencia sobre la falta de apoyo para las futuras madres que padecen esta enfermedad sumamente debilitante.
Kate Bisset, forense, dijo que los cuidados de Jessica tuvieron un efecto en cadena y provocaron un “deterioro de su salud mental”. Esto la llevó a una decisión “impulsiva” de quitarse la vida.
La forense dijo que apoyaba la campaña de Susan y añadió: “Es necesario que haya conciencia pública y más información sobre el impacto paralizante de esta enfermedad y cómo puede cambiar las vidas de quienes la padecen o, en este caso, acabar con ellas”.
Después de la audiencia, la familia dijo que estaba “agradecida con la forense por reconocer el impacto severo y devastador que tuvo la hiperémesis gravídica en el bienestar físico y mental de Jess”.
Hiperémesis gravídica
La hiperémesis gravídica es una afección que se presenta durante el embarazo y se caracteriza por náuseas y vómitos intensos y persistentes. Puede llevar a la deshidratación, pérdida de peso y desequilibrios electrolíticos.
Aunque la mayoría de las mujeres experimenta náuseas o vómitos durante los primeros 3 meses de gestación, la hiperémesis gravídica es menos común y más grave. Se cree que la elevación rápida de los niveles sanguíneos de una hormona llamada gonadotropina coriónica humana (GCH) puede ser una de las causas de las náuseas y los vómitos durante el embarazo.
El tratamiento de la hiperémesis gravídica incluye alimentos, líquidos y medicamentos. Si presenta náuseas y vómitos intensos durante el embarazo, es importante que consulte a su proveedor de atención médica para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.