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Opinión

Dogma de Fe

Marcos Durán Flores
Por Marcos Durán Flores - 08 noviembre, 2021 - 09:45 p.m.
Dogma de Fe

Cuando era un niño, subía al techo de la casa de mi abuela y me ponía a observar el cielo monclovense tachonado de estrellas. Intentaba descubrir si en los planetas existía alguien parecido a nosotros y señalaba astros e imaginarias naves preguntándome si estábamos solos en el Universo.

Me parecía increíble observar la luz que emitían galaxias y planetas, que como decía el maestro Borges, aun brillan sin que podamos distinguir si se trata de imperios que se apagan o se trata solo de luciérnagas.

Años después, conocí a Carl Sagan y el “Cosmos, un viaje personal”, serie televisiva que trajo por primera vez la ciencia al público en general”. Era el año 1980 y Sagan un connotado astrofísico de la Universidad y divulgador de la ciencia y el conocimiento como modo de vida, que con su carisma personal capturó la imaginación de millones acercando las maravillas de la ciencia y explicando conceptos difíciles en términos comprensibles. “Cosmos”, su obra más conocida, es una serie documental que hace un repaso del conocimiento humano generado a lo largo de la historia y que logró motivar a una generación entera desde la perspectiva del conocimiento científico y alejado de los dogmas y la superstición.

Muchos años después, mi amigo José María González Lara me obsequió una edición remasterizada de la serie original completa, la cual guardo como una de mis más caras posesiones y que formará parte de mi herencia a mis hijos.

Pasaron más de tres décadas hasta que hace algunos años, la serie fue relanzada con el nombre de “Cosmos, una odisea de espacio tiempo” y presentada por Neil deGrasse Tyson, otro astrofísico de enorme prestigio. Se trató del mayor esfuerzo de divulgación científica de la historia, alcanzando 181 países en 46 diferentes lenguajes (47 si se incluye el de la ciencia). Neil deGrasse Tyson dice que: “La ciencia trabaja en la frontera entre el conocimiento y la ignorancia.

Que no debemos tener miedo de admitir lo que no sabemos. No existe vergüenza en ello. La única vergüenza es fingir que tenemos todas las respuestas”. “Cosmos” es un relato sobre cómo descubrimos las leyes de la naturaleza y encontramos nuestro lugar en el espacio-tiempo; es la búsqueda humana del conocimiento y la nave de la imaginación que nos transporta a mundos nuevos en el universo infinito.

Esa es la importancia del conocimiento, el único medio conocido para derrumbar muros y viajar con nuestra imaginación en los misterios de la vida y en la búsqueda de inteligencia en otros mundos, más como una forma de humanizarnos y respetar a nuestro planeta y semejantes.

Sagan participó en el lanzamiento en 1977 de la sonda espacial Voyager I, cuya misión inicial fue explorar los volcanes de Júpiter y los anillos de Saturno. La pequeña nave está equipada con una cámara fotográfica y un disco de oro nombrado como "Sonidos de la Tierra" con música, sonidos e imágenes de la diversidad del planeta y un mensaje de paz grabado en 55 distintos lenguajes, dirigido a cualquier forma de vida que pueda ser encontrado. La Voyager I está ahora en la Heliosfera, a 23.000 millones de kilómetros de la Tierra.

Fue también precursor del SETI, el programa que busca vida e inteligencia extraterrestre, y en alguna ocasión le preguntaron acerca de las posibilidades de encontrarla, respondiendo: “A veces creo que hay vida en otros planetas, y a veces creo que no. En cualquiera de los dos casos la conclusión es asombrosa. Y si estamos solos en el Universo, seguro sería una terrible pérdida de espacio”.

Parece increíble que apenas 400 años después de que Galileo observará la luna con el primer telescopio, nuestra comprensión de la naturaleza y el Universo se están expandiendo en todas direcciones con implicaciones sociales, culturales y espirituales incalculables.

Carl Sagan, quién hoy cumpliría 87 años, llegó a decir acerca de la necesidad de respetarnos como especie: “Es posible que el ‘Cosmos’ esté poblado con seres inteligentes. Pero no habrá humanos. Solo aquí, en este pequeño planeta. Somos una especie en peligro, una especie rara. En la perspectiva cósmica cada uno de nosotros es precioso y si alguien está en desacuerdo déjalo vivir, pues no encontrarás a nadie parecido en 100 mil millones de galaxias”.

@marcosduranf

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