PIEDRAS NEGRAS, COAH. - La propuesta de establecer un centro de residuos tóxicos en las cercanías de Piedras Negras ha generado un intenso debate debido a las preocupaciones sobre sus posibles impactos ambientales a largo plazo.
Específicamente, se ha señalado el riesgo de contaminación del subsuelo y los mantos acuíferos profundos que abastecen la región, en particular aquellos ubicados en el área donde se planea instalar el centro, a tan solo 250 metros del Río Escondido.
Cabe destacar que en las inmediaciones se encuentra la acequia madre, vital para la zona, así como numerosos veneros subterráneos.
El proyecto, incluido en el estudio de impacto ambiental presentado, no ofrece garantías suficientes respecto a la capacitación y certificación del personal encargado de manejar estos residuos peligrosos, lo que plantea serias dudas sobre la seguridad de las operaciones.
Además, existe incertidumbre en cuanto al tratamiento adecuado del agua utilizada en el proceso, lo cual podría representar un riesgo para la salud pública si no se asegura que cumple con las normativas pertinentes antes de ser liberada en el sistema de drenaje de la ciudad.
En este contexto, Josefina Sánchez Ponce, una reconocida ambientalista local, ha destacado la importancia de establecer un comité ciudadano que supervise de cerca el desarrollo del proyecto.
Este comité debería incluir tanto a expertos como a residentes de la comunidad, quienes serán los más afectados por las decisiones relacionadas con la recolección y manejo de estos residuos tóxicos.
La discusión sobre el proyecto del centro de residuos tóxicos continúa, mientras se busca encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente y la salud pública en Piedras Negras.