Piedras Negras.- Luego de dos meses de estar separada de sus hijas, a las que cruzó hacia Estados Unidos con un traficante de personas para luego no saber de ellas, Sandra Padilla Salinas de 29 años obtuvo una visa humanitaria y logró pasar este miércoles por el Puente II de Piedras Negras para reunirse con ellas.
Sandra es la madre de dos de las cinco pequeñas centroamericanas que fueron abandonadas en la frontera, las pequeñas son Nasley, de 7 años y Cristal, de 4 años.
Las dos menores fueron abandonadas con otras tres centroamericanas de entre 7 años y 11 meses, mismas que se encontraron el pasado 9 de mayo en el Valle de Río Grande, en Texas, sin ningún adulto que las acompañara, según informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
De acuerdo a la madre que puso pie en tierra americana, aseguró que no tuvo otra opción que abandonarlas porque habían intentado cruzar la frontera varias veces, pero los habían deportado. “Nunca quise dejarlas ahí, Dios sabe que siempre le pedí a Él que me las cuidara”.
El sujeto que las cruzó desde Jiménez hacia Estados Unidos abandonó a las pequeñas en la orilla del Bravo, a unos 35 kilómetros al norte de Eagle Pass; fue un trabajador de un rancho el que las pudo rescatar luego de que permanecieron por varios días solas y en medio del monte.
Sandra comenzó a tratar de rastrear a sus hijas, pues el traficante cortó comunicación con ella; así supo que las menores habían sido entregadas a la Patrulla Fronteriza y comenzó a solicitar el asilo para poder estar con ellas en la Unión Americana, hecho que se le permitió la mañana de este miércoles.
