Seamos honestos: en este mundo hay mucha gente que cae mal. Pero a veces es tentador ignorar esta realidad y fingir que nos agradan todas las personas que conocemos, especialmente cuando cuentan con todo el apoyo de otras personas en nuestras vidas. Puede ser desde la pareja de un amigo que tiene pésimo gusto musical, un colega de trabajo al que le hiciste la plática en alguna reunión solo por convivir, o el mejor amigo de un amigo cercano al que le encanta hablar de nimiedades.
Por eso vale la pena preguntarnos: ¿Está bien fingir un poco de afecto por un conocido que no nos cae del todo bien? La respuesta es que es complicado, pero en general, es mejor limitar cualquier interacción social que no sea auténtica tanto como sea posible. "Muchas veces ser falso es una solución fácil pero problemática para tratar con la gente", dice el terapeuta Ryan Howes. "Es difícil decir, 'Me gusta mucho como soy, pero la mayor parte del tiempo actúo como alguien completamente diferente'. Dos afirmaciones que no son compatibles".
Eso no significa que este comportamiento sea del todo anormal; de vez en cuando, todos fingimos ser un poco más amigables o estar más interesados en alguien, de lo que realmente sentimos. "Existe una especie de brecha entre nuestro ‘yo verdadero y puro’ y nuestro ‘yo social’", dice la escritora y terapeuta Andrea Bonoir. “Pero cuando esa brecha se vuelve demasiado grande, o cuando nuestro ‘yo social’ se siente demasiado falso, algo no anda bien".
Entonces, ¿por qué fingimos que alguien nos cae bien cuando en realidad no es de nuestro agrado? Hay varias razones y aquí te las explicamos.
Juzgas a la gente en secreto y te sientes culpable por ello.
La verdad es que no es agradable sentir que alguien te cae mal, sobre todo cuando esa persona forma parte de tu círculo social. "No nos gusta ser criticones o excluyentes", dijo Howes. “La gente prefiere disfrutar y apreciar a todo el mundo. Darnos cuenta de que alguien no nos agrada es un fastidio, y tal vez nos avergüenza, entonces tratamos de disimularlo fingiendo que la persona nos cae bien".
Desafortunadamente, dijo Howes, es probable que tu actuación no sea digna de un Oscar y, si estás pretendiendo ser alguien que no eres frente a personas cercanas, como tus mejores amigos, tu pareja o algún familiar, lo más seguro es que que se den cuenta y se molesten porque te conocen y saben que estás fingiendo.
“Una de las mejores sensaciones del mundo es poder ser completamente tú alrededor de tus seres queridos, y que sea recíproco: reírse incontrolablemente, llorar juntos, compartir sus miedos, dolores e inseguridades, reírse de sus diferencias, y poder ser ustedes mismos sin temor a ser juzgados”, dijo Howes. “Cuando alguien que conocemos está siendo falso, altera la forma en que nos sentimos respecto a esa persona y nos hace cuestionarnos: ¿Debería ser falso yo también? ¿Está mal que yo sí esté siendo sincero o real en este momento? Es como entrar en una realidad alterada y no saber por qué o qué hacer al respecto".
La persona que te cae mal tiene algo que quieres.
Otra razón por la que podrías exagerar tus sentimientos por alguien que no te encanta es que esa persona tiene algo que quieres: entradas para conciertos, conexiones, ¡lo que sea!
Ese "algo que quieres" también puede ser tan simple como una conexión social, por ejemplo, estás en la cena de cumpleaños de un amigo y finges ser amigable con un conocido que no te cae bien porque no quieres pasar un momento incómodo.
Muchas veces fingir es más fácil que tener una conversación honesta.
A veces, somos falsos para cuidar los sentimientos de alguien que realmente nos importa. Pero como dijo Howes, es probable que este método no sea sostenible, especialmente si lo haces frente a personas que te conocen bien.
En lugar de eso, podemos evaluar la importancia de nuestros sentimientos en la situación y ver si podemos minimizar el contacto con las personas con las que no hacemos clic. "Si tu amigo sale con alguien que no te cae bien, pero a él o ella lo hace feliz y su relación va bien, entonces trata de concentrarte en la felicidad de tu amigo en lugar de en tu opinión", dijo Howes.
También sería prudente pensar en lo que vas a decir si tu amiga pide tu opinión. Puedes decir algo como: "Oye, no creo que mi sentido del humor encaje bien con el de tal persona, pero te veo feliz y eso me hace feliz", o "No me late mucho la vibra de tu roomie, entonces mejor hoy ustedes diviértanse y otro día salimos tú y yo".
Eventualmente te cansarás de fingir.
Lo que pasa con ser falso con otras personas es que requiere energía y esfuerzo, algo que podrías usar para socializar con personas que realmente te agradan.
“Cualquier relación [con alguien que no te caiga bien en secreto] estará basada en una premisa falsa. Muchas de las conversaciones que tengas con esa persona estarán llenas de inexactitudes y la parte más difícil de mentir es poder mantener las mentiras”, dijo Howes.
Básicamente, te agotarás tratando de presentarle una versión falsa de ti a esa persona, cuando simplemente podrías estar pasando tiempo con personas que realmente comparten tus intereses.
También es agotador pretender que toleras a alguien que en realidad es una mierda con otras personas. Por ejemplo: el amigo que trata mal a los meseros, el malacopa que se pone intenso en el antro, o el que no sabe comportarse en el Uber. “Es muy cansado tener que tragarnos el mal comportamiento de alguien; tiene un precio emocional y puede hacernos sentir estresados y agotados”, dijo Bonoir.
Si finges durante demasiado tiempo, corres el riesgo de perder de vista tus verdaderos sentimientos.
Con el tiempo, el comportamiento falso se acumula y, al final, puede convertirse en un desastre de culpa, confusión y ansiedad. “Te sientes culpable porque cada vez que te ríes de un chiste que no es gracioso o aceptas hacer algo que realmente no quieres hacer, te estás mintiendo a ti mismo y a la otra persona, y mentir no se siente bien”, dijo Howes. "Y te sientes ansioso porque es cuestión de tiempo antes de que la persona se dé cuenta de que no eres tan bueno actuando y descubra que no te cae bien".
Según Bonoir, ser falso con amigos o conocidos, sobre todo si lo que buscas es “mejorar” tu vida social, puede resultar contraproducente y hacernos sentir más solos que nunca, o constantemente ansiosos por lo que la gente realmente piensa de nosotros. "Nos puede provocar sentimientos de vacío porque ya no sabemos realmente quiénes somos", dijo. "En el peor de los casos, puede hacer que quedemos atrapados en relaciones tóxicas porque nos convencemos de que no tenemos derecho a hablar ni a obtener lo que nos merecemos".
Afortunadamente, es posible romper con estos patrones, y son evitables. El primer paso es ser honesto contigo mismo sobre por qué estás siendo falso y luego allanar el camino para expresar tus emociones reales con las personas que realmente te importan.
Decide cuándo y cómo ser honesto (con tacto).
Si bien la falsedad muchas veces es un mecanismo para evitar conversaciones "difíciles", saber elegir el momento adecuado para ser directos pero con tacto, puede evitar que una conversación sea incómoda o dolorosa.
Si sabes que tarde o temprano tendrás que salir con ese amigx de tu amigx que no te cae bien, comunica tus verdaderos sentimientos lo antes posible para evitar quedar mal con tu verdaderx amigx en el futuro.
La clave para minimizar el daño es la honestidad selectiva. Por lo tanto, puedes decir algo como: "Por lo general, me divierto más cuando solo salimos tú y yo", en lugar de "Si vuelvo escuchar a tu roomie hablar sobre como Post Malone le mandó DM, voy a explotar". “Hay muchas formas diplomáticas de comunicar que alguien no te cae bien”, dijo Bonoir.
Otro escenario en el que es necesario comunicar tu desinterés, es, por ejemplo, si ves que un ser querido cae en hábitos destructivos, como el uso frecuente de sustancias con sus nuevxs amigxs o si pelea constantemente con su nueva pareja. “Si detectas una señal de alerta importante, está bien que se lo comuniques a tu amigx”, dijo Howes. “Puedes decir algo como: 'Oye, como que tú y tu nuevx roomie últimamente salen mucho y beben mucho, ¿tendría que preocuparme?', es una conversación difícil pero importante".
Cómo decirle a alguien directamente que no quieres relacionarte.
Claro, podrías decir: "Suena increíble, pero esta semana estoy súper ocupado, ¿tal vez la próxima?" por el resto de tu vida, pero una solución mejor y más sostenible para todos los involucrados es desarrollar la confianza y las habilidades de comunicación para hacerle saber a alguien con delicadeza que no hay química.
“Si te encuentras con alguien que te cae mal, y habrá muchxs en la vida, trata de perfeccionar tus habilidades para ser honesto y discreto”, dijo Howes. "Aprende a establecer límites que sean justos y honestos, y verás como la gente respeta eso".
Cuando hables con la persona, trata de concentrarte en las razones por las que TÚ no puedes o quieres relacionarte: tal vez no tengas tiempo de conocerlx a profundidad, o hayas tenido malas experiencias haciendo amigxs en el trabajo, o simplemente eres menos sociable de lo que solías ser. Básicamente, haz que la conversación sea sobre ti y tus límites, no las cosas que no soportas de la otra persona. La conversación en sí puede ser incómoda y no puedes controlar cómo reaccionará la persona que estás rechazando, pero a la larga ambos se sentirán aliviados de saber cuál es su postura.
Y si crees que tu relación con alguien se puede salvar, por ejemplo, si es solo que la persona es socialmente incómoda, no racista ni abusivo, incluso podrías intentar mencionarlo, porque es muy probable que si su comportamiento te molesta, también moleste a otras personas. El hecho de que alguien no te caiga bien no significa que sea una mala persona, pero, establecer límites tampoco te convierte en un monstruo.