PIEDRAS NEGRAS, COAH. — La propuesta de imponer un impuesto del 3.5 por ciento a las remesas enviadas a México ha encendido focos rojos entre analistas económicos, quienes advierten afectaciones directas a millones de familias y al dinamismo del comercio nacional.
El economista y comerciante local Héctor Rodríguez López aseguró que la medida, planteada en Estados Unidos, podría traducirse en una pérdida anual superior a 2 mil millones de dólares para la economía mexicana, tomando como base los más de 62 mil millones de dólares en remesas recibidas durante 2024.
"Es un golpe directo a las familias mexicanas", sentenció. "Ese dinero no solo cubre necesidades básicas, también dinamiza el comercio local en ciudades como Piedras Negras. Si dejan de recibirlo, el impacto será inmediato y severo".
Rodríguez advirtió que un impuesto de este tipo abriría la puerta al mercado negro en el envío de dinero, con empresas fantasma o intermediarios informales que podrían eludir el cobro del gravamen, generando riesgos de fraude, evasión y lavado de dinero.
Además, alertó sobre una posible reducción en la frecuencia de los envíos, ya que muchos migrantes optarían por trasladar el dinero personalmente en viajes esporádicos o utilizar métodos no regulados, afectando la periodicidad con la que las familias reciben esos recursos.
También criticó la posible exigencia de contar con seguridad médica en Estados Unidos para poder enviar remesas de forma legal, lo que excluiría a miles de trabajadores informales que dependen de enviar dinero a sus hogares.
"El impacto no se queda en las casas: se traslada al comercio, al consumo, a la economía local. Un impuesto así no solo es injusto, es peligroso para ambos lados de la frontera", remató.
Rodríguez hizo un llamado a los gobiernos de México y Estados Unidos a reconsiderar la propuesta, subrayando que podría generar más problemas de los que busca resolver.
