PIEDRAS NEGRAS, COAH. – El que se vaya a otorgar asilo político a menores migrantes abandonados, sólo trae como consecuencia que la población migrante que existe en las fronteras del país aumente de una forma considerable.
Carlos Solís, encargado de un albergue para migrantes, comentó que esta situación debe de poner en alerta a las autoridades de todas las corporaciones, ya que una de la consecuencia que traerá consigo es el que más padres intenten que sus hijos crucen solos, arriesgándolos a las peligrosas aguas del río Bravo.
“Aunque es una buena noticia, es un foco de alerta debido a que están expuestos a diferentes situaciones, a perderse, a que no logren cruzar; nosotros como albergue solo podemos hacer una labor preventiva, pero con esto, la migración infantil va a crecer más en todas las fronteras”, explicó el capitán del Ejército de Salvación.
Cabe mencionar que en las últimas semanas una menor de 4 años de origen nicaragüense perdió la vida después de ser arrastrada por las aguas del río Bravo en Piedras Negras, mientras que en Ciudad Acuña otro menor uruguayo sufrió el mismo destino, y en ambos casos sus padres intentaban ingresar de forma ilegal a los Estados Unidos.
Por su parte, el Padre Pepe, párroco de la catedral, además de defensor de los derechos de los migrantes, señaló que es una buena noticia, pero no la mejor, debido a que traerá consigo que muchas familias migrantes se separen, al buscar el sueño americano.
Puntualizó que se deberían de priorizar el asilo político a nivel familiar, y no individual como se ha estado realizando, explicó que lo que puede ocasionar en los menores es el que no se desarrollen correctamente, o que a futuro presenten traumas por no estar o no saber nada acerca de su familia.
“Si van a hacer una acción humanitaria debe de ser completa, no solo para los niños, puesto que debe de ser a nivel familiar, se debe de ofrecer asilo político a familias completas”, señaló el Padre Pepe.
Recomendó a los padres migrantes no arriesgar a sus hijos; indicó que las aguas del río son peligrosas para las personas adultas, pero para los niños el riesgo es mucho mayor.
“Por desgracia hemos tenido muertes, arriesgan todo para una mejor vida”, finalizó.