El 30 de junio de 2025, Lionel Messi se despidió del Mundial de Clubes tras la contundente derrota 4-0 del Paris Saint-Germain ante el Inter Miami, lo que marcó el fin de su protagonismo en el torneo.
La presencia de Messi había sido el principal atractivo individual del campeonato disputado en Estados Unidos. Su sola asistencia movilizó a seguidores de diversas comunidades —latinas, asiáticas, afroamericanas, entre otras— generando estadios llenos y acuerdos millonarios de patrocinio.
Sin embargo, su temprana eliminación perjudica la estrategia de la FIFA y su presidente, Gianni Infantino, quien diseñó la inclusión del Inter Miami para elevar el perfil del evento. La decisión de preferir al club de Messi sobre otros estadounidenses con méritos deportivos— como Columbus Crew— ha sido criticada por su peso comercial ante su debilidad en inversión futbolística.
Messi reaccionó con madurez en rueda de prensa tras el partido:
"Jugamos contra un equipo que viene de ganar una final de Champions... es normal que pase lo que pasó".
Su salida representa un golpe mediático y comercial para la FIFA. A falta de su presencia, ninguna de las estrellas restantes —Vinícius Jr., Mbappé, Kane o Rodri— posee su capacidad de convocatoria, y el torneo afronta un vacío de atención que podría afectar los ingresos publicitarios y de patrocinadores