Bahodir Jalolov renovó su gloria al conquistar nuevamente la medalla de oro, al consagrarse como campeón en la categoría de Peso Súper Pesado en los Juegos de París. Derrotó por decisión unánime al español Ayoub Ghadfa, y repitió así el logro alcanzado en la edición anterior, donde también se erigió como el mandamás de la categoría.
En el cuadrilátero, los dos pugilistas se enfrentaron con una intensidad palpable, sus miradas destellaron con el resplandor dorado de su ambición desmedida. Cada movimiento y cada golpe en el ring reflejaban su ansía por ser el máximo exponente del peso súper pesado en los Juegos de París.
Bahodir Jalolov, el uzbeco, comenzó la contienda con una precisión asombrosa, en la combinación de jabs y uppercuts que revelaron su inquebrantable determinación. Su desempeño dejó claro que estaba dispuesto a defender su título con la misma intensidad con la que se había coronado en los Juegos de Tokio 2020.
Por su parte, Ayoub Ghadfa mostró el fervor necesario para adentrarse en el fuego entrelazado. Con golpes certeros, meticulosamente calculados, comenzó a conectar al peleador uzbeco y a reclamar su terreno en el cuadrilátero.
Con un golpeo más poderoso y preciso, Bahodir Jalolov hizo tambalear a su rival en el primer asalto. Las tarjetas, reflejo de su dominio en el cuadrilátero, le otorgaron la ventaja, que marcó un claro indicio de su superioridad en el inicio de la contienda.
La narrativa permaneció inalterada en el segundo capítulo de la batalla. Jalolov, con un movimiento de piernas ágil y la precisión implacable de un par de uppercuts, continuó con su castigo al ibérico. Este, abatido, mostró signos de creciente desesperación en su ansía por igualar las tarjetas, mientras el duelo seguía desarrollándose con un marcado desequilibrio.
El crepúsculo de la batalla reveló con mayor claridad el dominio absoluto de Bahodir Jalolov. Con un ritmo implacable y una determinación feroz, se lanzó al frente, decidido a consolidar su ventaja y definir la contienda con una superioridad evidente. Cada movimiento, cada golpe, amplificó su control sobre el combate, y selló así su victoria con contundencia. Al final, Jalolov saboreó el dulce triunfo de su esfuerzo, tras haber reafirmado su estatus en el cuadrilátero.
Finalmente, los jueces emitieron su veredicto, donde otorgaron la victoria a Bahodir Jalolov por decisión unánime. Jalolov se consagró como bicampeón en la categoría de los Súper Pesados dentro de los Juegos de Verano y amplió el palmarés de los pugilistas de la delegación de Uzbekistán en París con su quinta medalla en la disciplina de Boxeo.
