El Gobierno de Brasil expresó el jueves su preocupación ante lo que consideró una condena indulgente para el futbolista Dani Alves, quien fue sentenciado a cuatro años y medio de prisión por agresión sexual tras un incidente en una discoteca en España.
Alves Da Silva, exjugador de equipos como Barcelona y Pumas, recibió la sentencia por su implicación en el delito de agresión sexual.
La ministra brasileña destacó la importancia del protocolo "No se calle", desarrollado por las autoridades de Barcelona para abordar la violencia de género en entornos de ocio, señalándolo como un factor crucial en este caso.
Además, reveló que el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva está trabajando en la implementación de una iniciativa similar a la española, con el objetivo de garantizar que todas las mujeres puedan disfrutar de una diversión segura en bares y discotecas.
