Donald Trump se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en funciones en asistir a un Super Bowl. Sin embargo, su presencia en el Superdome de Nueva Orleans no fue bien recibida por gran parte del público que presenció el duelo entre los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles por el campeonato de la NFL.
Mientras el cantante Jon Batiste interpretaba el Himno Nacional, Trump apareció en las pantallas del estadio y se escucharon abucheos desde las gradas. El mandatario, quien apenas lleva unos días de regreso en la Casa Blanca tras su reelección, ya había generado expectativas luego de que se confirmara su asistencia al evento.
A pesar de las reacciones negativas, los abucheos hacia Trump no fueron tan intensos como los que recibieron los jugadores de los Chiefs y los árbitros cuando saltaron al campo. En la semana previa al partido, hubo especulaciones sobre un posible favoritismo hacia Kansas City por parte de los oficiales, lo que obligó al comisionado de la NFL, Roger Goodell, a defender la imparcialidad de los referís.
En contraste, la presentación de los Eagles desató la euforia del Superdome, donde predominaban los aficionados vestidos de verde. La ovación se hizo aún más fuerte cuando el actor Bradley Cooper, reconocido seguidor de Filadelfia, fue el encargado de presentar a los jugadores del equipo.
