La conexión y sincronía que han cultivado las gemelas Lía Yatzil y Mía Zazil Cueva Lobato es del nivel que son capaces de saber lo que piensa la otra. Con esa habilidad y su desarrollo deportivo, esta semana se convirtieron en las medallistas mexicanas más jóvenes en la historia del Mundial de Deportes Acuáticos en Singapur a los 14 años.
Una pregunta recurrente para quienes son gemelos es: ¿Lo que le pasa a uno, lo siente el otro? Las nuevas medallistas mundiales de bronce en los tres metros sincronizados no dudan en responder al mismo tiempo que sí.
Las hermanas Cueva Lobato consideran que ser gemelas es una ventaja para su disciplina, que vivir, crecer y entrenar juntas les da una sincronización que sirve en su disciplina deportiva.
Siempre trato de hacerlo igual que Mía o mejor, que lo haga mejor, siento que eso también nos sube el nivel", dice Lía Yatzil.
Como que nos motiva a cada una hacerlo bien, para poder estar ante la otra", complementa Mía Zazil a la pregunta en la entrevista para Imagen Noticias con Nacho Lozano.
Visten igual, con una blusa oscura y una sudadera gris. Son casi idénticas, la única diferencia notable es su peinado, una usa la raya del cabello del lado izquierdo de la cabeza y la otra del lado derecho, aunque al mismo tiempo, es como si llevaran un espejo entre ellas todo el tiempo.
Su conexión es real, pues comparten como su atleta preferida a Paola Espinosa; su clase preferida es Inglés; el pasatiempo preferido es ver series, de que más les gusta es Good Boy, producción surcoreana en la que medallistas olímpicos de distintas disciplinas, se enfilan en la policía para trabajar por la justicia.
Dicen que a veces es como si una pudiera escuchar lo que piensa la otra. Una conexión que puede ser ideal para el conteo de los tiempos antes de tirar sus clavados, entre los cuales su favorito es con el que cerraron la competencia en Singapur: Dos vueltas y media con giro.
Ambas comenzaron en gimnasia, pero los clavados se convirtieron en su vida por influencia de su hermana Suri, quien entró primero en la disciplina... Siete años tenían cuando eso sucedió y siete años pasaron antes de subir al podio en su competencia más relevante hasta el momento, Singapur 2025.
Otro punto en común es su sueño más grande en los clavados: competir en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Aunque son sonrientes y amables, la ligera timidez con la que iniciaron la entrevista, se fue cuando expresaron su intención de conseguir la medalla de oro.
Reconocen que sí hay diferencias entre ellas, pues Lía Yatzil ya tiene un ojo puesto en el horizonte, "a mí me gusta la biología marina, o algo del espacio", contó, mientras que Mía Zazil, con honestidad, reveló que ella todavía no sabe qué le gustaría estudiar en su formación profesional.
Su siguiente escenario de alta competencia será en el trampolín será en los Juegos Panamericanos Junior 2025, que se disputarán en Asunción, Paraguay, en agosto.
El deseo por conquistar el Olimpo no las obsesiona, se sienten felices y satisfechas por competir al nivel al que lo hacen, contra las mejores del mundo, incluso contra atletas que les llevan más de 10 años de experiencia.