Después de casi dos décadas fuera del ring, Mike Tyson regresó al boxeo en una pelea de exhibición contra el influencer Jake Paul en el AT&T Stadium de Texas. En un combate lento y poco emocionante, Paul se llevó la victoria por decisión unánime.
La contienda se realizó bajo reglas especiales: ocho rounds de dos minutos y guantes de 14 onzas, más gruesos de lo habitual. Desde el primer asalto, Tyson mostró destellos de sus movimientos característicos, conectando golpes ligeros mientras Paul se enfocaba en la defensa y esperaba su oportunidad.
En los rounds iniciales, Tyson se mostró más propositivo, aunque con poca contundencia. Para el tercer asalto, Paul tomó más riesgos y logró incomodar al veterano, quien empezó a lucir lento y estático. A partir del cuarto round, Tyson prácticamente dejó de atacar, limitándose a defender y esquivar, mientras Paul aprovechaba la situación para acumular puntos con esfuerzo mínimo.
El séptimo asalto vio un intento de reacción por parte de Tyson, pero sin lograr cambiar el rumbo del combate. En el octavo y último round, Paul buscó cerrar con fuerza, aunque sin concretar golpes significativos.
Tras finalizar los ocho asaltos, los jueces otorgaron la victoria a Jake Paul, quien ahora mejora su récord a 11-1. Esta pelea marcó un regreso nostálgico para Tyson, pero dejó mucho que desear en términos de acción y nivel competitivo.