En uno de los eventos más comentados de los Juegos Olímpicos de París 2024, Hamish Kerr, de Nueva Zelanda, se consagró como el nuevo campeón olímpico de salto en alto tras una intensa competencia contra el estadounidense Shelby McEwen. A diferencia de lo ocurrido en Tokio 2020, cuando el italiano Gianmarco Tamberi y el qatarí Essa Barshim optaron por compartir la medalla de oro, Kerr y McEwen decidieron competir mano a mano por el primer lugar en el podio.
Ambos atletas superaron los 2,36 metros, igualando sus mejores marcas personales, pero ninguno logró superar los 2,38 metros después de 11 intentos en una final prolongada y agotadora. Finalmente, Kerr consiguió superar los 2,34 metros durante el desempate, mientras que McEwen no logró hacerlo, asegurando así el oro para Kerr y dejando a McEwen con la plata.
Reflexionando sobre la decisión de no compartir el oro, Kerr expresó su admiración por lo sucedido en Tokio 2020, pero enfatizó su deseo de hacer historia a través de una competencia directa. "Tengo mucho respeto por lo que ocurrió en Tokio. Pero siempre pensé que tener un enfrentamiento directo sería increíble", comentó Kerr tras su victoria.
McEwen también compartió detalles sobre el acuerdo con Kerr, explicando cómo discutieron la posibilidad de un desempate con un oficial de World Athletics antes de decidir continuar. "Lo hablamos y dijimos 'hagamos el duelo', y yo estuve de acuerdo", explicó McEwen.
La final, que mantuvo a los espectadores al borde de sus asientos, también tuvo momentos emotivos para otros competidores. Gianmarco Tamberi, co-medallista de oro en Tokio 2020, fue eliminado tras no poder superar los 2,27 metros, luego de haber enfrentado problemas de salud previos al evento. Por su parte, Essa Barshim, quien compartió el oro con Tamberi en Tokio, logró el bronce en lo que probablemente fueron sus últimos Juegos Olímpicos, después de no poder superar los 2,38 metros.
La decisión de Kerr y McEwen de no compartir el oro fue vista como un testimonio de su afán de superación personal. Sin embargo, esta elección tuvo implicaciones más allá de la competencia en sí. Al llevarse McEwen la plata, Estados Unidos perdió la oportunidad de empatar con China en lo más alto del medallero en el último día de competencia. Hasta la noche del sábado, China lideraba la tabla con 39 oros, uno más que los 38 de Estados Unidos. Si McEwen hubiera aceptado compartir el oro, ambas potencias estarían empatadas en el recuento de medallas de oro, dejando el desenlace final del medallero en suspenso. Los resultados definitivos se conocerán en cuestión de horas.
