Porto Alegre vivió un auténtico partidazo este miércoles con el Uruguay vs Japón que le pone sabor a la Copa América de cara a los que será la última jornada de la Fase de Grupos. La Arena do Gremio vio un 2-2 que estuvo lleno de emociones.
Koji Miyoshi, en par de ocasiones, y Luis Suárez y José María Giménez, fueron los jugadores que marcaron los goles de un partido que fue de ida y vuelta.
Aunque no se llenó la Arena do Gremio, los aficionados pudieron presenciar el mejor partido de lo que va de la Copa América Brasil 2019, donde sudamericanos y asiáticos no guardaron nada a la especulación y lo dieron todo sobre el terreno de juego.
Suárez, apenas antes del minuto de juego, ya había avisado el arco nipón con un tiro desde mediocampo que apenas pasó por encima; Shinji Okazaki respondió con tiro que pasó apenas desviado de la meta charrúa, para dar aviso de lo que sería el partido, ambas jugadas fueron antes de los 3 minutos de partido.
Tras un ida y vuelta donde ambas selecciones generaron ocasiones de gol, fue una descolgada por banda derecha de Miyoshi, que dejó a Diego Laxalt atrás, para definir con tiro potente ante Fernando Muslera y poner el 1-0 de Japón al 25’; Laxalt dejaría el campo al minuto por lesión.
El VAR volvió a aparecer y decretó una pena máxima a favor de los charrúas por una plancha de Naomichi Ueda sobre Cavani, que Andrés Roja revisó en el monitor y decretó la falta cuando había dejado seguir la jugada. Suárez lo hizo efectivo al engañar a Kawashima y poner el 1-1 al minuto 32.
Minutos después, Cavani pudo hacer el 2-1 con un golazo desde fuera del área, pero el esférico terminó estrellado en el travesaño; esa fue la última jugada de peligro en el primer lapso.
Para la segunda parte, el central no marcó un claro penal sobre Shoya Nakajima que había hecho un “reilete” y que fue derribado. El árbitro, ni el VAR decretaron que había falta y el encuentro siguió.
Uruguay comenzó a apretar y en dos ocasiones tuvo el 2-1. Primero en tiro de volea de Cavani que se fue apenas por encima, y luego en un mano a mano del propio delantero ante Kawashima, que ganó el arquero nipón para impedir el gol en su puerta.