Una de las corredoras femeninas que no pasa desapercibido en las competencias en Leticia Acosta Pérez, a quien el destino la llevó a cumplir una apuesta en una carrera que cambió el rumbo de su vida.
Alegre, sonriente y amable en sus respuestas en la entrevista, la corredora monclovense mostró su lado sensible en contraste a su faceta de guerrera en la competencia.
La aventura de su primer carrera denominada San Francisco de Asís de 2K, cambió no solo su carrera profesional ni en sus logros deportivos, sino su vida personal encontrando la valentía y el coraje en sí misma, además del amor y la devoción por su familia.
¿Cuánto tiempo tienes entrenando?
En el mes de octubre cumplo 20 años de practicar la carrera pedestre, inicié a los 21 años a practicar.
¿Por qué te llamas Leticia?
Porque mi madre se llama así, y mi papi Fernando dijo: “no es hija del vecino, así que se llamará como su mamá”. Soy la mayor de tres hijos, mis hermanos son Fernando y Patricia.
¿Quiénes practican la carrera de tus familiares?
En un tiempo mi padre lo hacía, pero los afanes diarios le ganaban el tiempo y no lo hizo regularmente, la verdad nadie de mi familia corre ni las cortinas, fui la única que lo hice.
¿Cuál fue la razón por la que iniciaste en este deporte?
En un principio fue como una apuesta, alguien me retó a que no terminaba una carrera, obviamente yo acepté el reto y me dije que sí podía terminarla, aunque no era rápida pero prometí terminarla.
¿Cuál fue tu primer carrera?
La carrera de San Francisco de Asís, una carrera de 2K.
¿Cómo te fue en esa carrera?
Pues además de obtener el primer lugar en mi categoría sin haber entrenado, porque no tenía nociones de nada de entrenamiento, también conocí a la persona que es mi esposo ahora, además conocí a Julio César Rodríguez Ozuna “El diablo”, quien tocó fibras muy sensibles en mí que me motivaron a entrenar y a estar hasta ahora enamorada de este deporte.
¿Qué opinión tienen tus familiares del deporte que practicas?
En un principio fue una sorpresa para todos, incluso para mí, de repente llevaba un trofeo a casa y me preguntaban: Y eso?, yo les contestaba que lo había ganado en una carrera, luego eso se repitió más seguido, pero casi me decían que si estaba loca por el hecho de estar corriendo tan de madrugada o en el solazo, sin embargo mi entrenador tuvo que ver mucho en mi motivación para que si lloviera, tronara o con sol yo saliera a entrenar a diario.
¿Quién era tu mayor rival en las competencias locales?
Cuando apenas iniciaba yo recuerda que había una corredora que siempre ganaba las carreras, ella era Nubia Dávila, posteriormente después de mucho entrenamiento y experiencia, le pude ganar después de 7 meses.
¿Practicabas alguna deporte cuando eras pequeña?
No, definitivamente los maestros no pusieron nada de su parte, no hubo algún entrenamiento especial. Mi fuerte era lo académico, era muy tesonera y me tomaba muy a pecho el reto de sacar un 10 en la calificación, mis materias favoritas eran las históricas sociales, pero finalmente acabé como ingeniero en Electrónica Industrial en la FIME.
¿Cómo crees que fue tu desarrollo en la carrera pedestre?
Nunca creí que podía lograr algo en este deporte, mi entrenador me decía que podía ser una de las mejores en el mundo y la verdad yo me reía y me extrañaba escuchar eso. Cuando empecé a competir con conciencia siempre lograba segundo lugar y eso marcó un “candado” en la cabeza. Mi entrenador me invitó a correr en competencias foráneas y corrí con más libertad, sin miedo a que alguien me conociera, posteriormente los entrenamientos en pista marcaron mi ritmo de paso en la carrera y fue como logré despegar y quitarme ese “candado de la cabeza y empecé a ganar.”
¿Cuáles fueron tus mayores logros deportivos?
Gané muchas carreras locales, estatales y nacionales, mi prueba fuerte eran los 800 y 1500 m planos. Estuve en el primer lugar en el ranking nacional, me dí una oportunidad de probarme en competencias de pista, sin embargo me gasté todos mis ahorros en gastos de hotel, víaticos, etc. Porque no tenía nadie que me apoyara.
Después con el apoyo de AHMSA, estuve en el centro de alto rendimiento en la Ciudad de México, sin embargo me dí cuenta que eso no es para mí, no podía dejar de prescindir de mi familia. La carrera era muy importante para mí, sin embargo amo más mi familia, por ello tomé la decisión de regresar. Mi entrenadora de Polonia me decía que tenía que concentrarme en mí, que nada debía distraerme, pero la verdad yo extrañaba a mi familia.
¿Quiénes forman tu familia?
Mi esposo es Carlos Guerrero, también es corredor, lo conocí en la primer carrera que participé. Después de 12 años de novios no casamos y tuvimos una bebé que se llama Fernanda Alexandra que casi cumple 2 años, ella es nuestra mayor hazaña, es una carrera que apenas empieza, casi siempre corremos todas las cerreras juntos.
¿Qué sugerencias tienes para que este deporte siga creciendo?
Que los maestros e nivel primaria, secundaria y prepa se enfoquen a llevar un programa de trabajo que motiven a desarrollar las cualidades de los niños.
