Al término de la temporada 2003, había dos mariscales de campo levantando trofeos después de llevar a sus equipos al triunfo en juegos de campeonato celebrados en diferentes lugares.
Uno de ellos tenía 25 años, jugaba en su cuarta temporada en la NFL y dirigió la ofensiva que desencadenó en un gol de campo para ganar el Súper Tazón XXXVIII, el segundo campeonato de su carrera.
El otro tenía 16 años, estaba en su último año de preparatoria y anotó el touchdown, con un pie roto, para darle el título a la Marist School de Atlanta el campeonato estatal de Georgia.
Se trata de Tom Brady, mariscal de los Patriotas de Nueva Inglaterra, y Sean McVay, entrenador en jefe de los Carneros de Los Ángeles.
Y aún hay más acerca de las exitosas trayectorias de ambos, que están a un paso de alcanzar la gloria en el juego cumbre de la NFL.
La última ocasión que Brady venció a los Carneros en un Súper Tazón, McVay también jugaba como pasador, pero en la preparatoria.
El próximo domingo estos dos personajes coincidirán en el Mercedes-Benz Stadium. Uno, tratando de llevarse el Trofeo Vince Lombardi por sexta vez; el otro tratará de mejorar el nivel de trofeo que conquistó en high school, 22 kilómetros al norte del mismo escenario donde se jugará la edición LIII del "Súper Domingo".
