El defensa monclovense Martín Ezequiel Gaytán Silva, que se encuentra varado en Brasil por la situación de la pandemia del Coronavirus, está tranquilo y espera regresar pronto a casa.
A principios de este año, el originario de la colonia Independencia de Monclova y de 21 años de edad, firmó contrato con Cascavel Clube Recreativo para jugar en la Primera División del Campeonato de Futbol de Paraná.
Se adoptó a su nuevo ritmo de trabajo, junto con otros 14 compañeros, que están a cargo profesor mexicano Roberto Chávez, DT de los Estudiantes de Atlacomulco, Estado de México.
En la primera semana de marzo, el gobierno de Brasil implementó la cuarentena y a la siguiente el toque de queda. En ese momento, ya nadie pudo entrar o salir del país.
Desde entonces está varado en tierras brasileñas, vive en la casa club costeada por los propios jugadores mexicanos, pero la situación económica empeoró cuando Cascavel recortó el salario a la mitad.
El pasado fin de semana, seis de sus compañeros tuvieron la oportunidad de salir del país mediante un vuelo humanitario, gracias a la Secretaría de Relaciones Exteriores, pero él no cumplió los requisitos.
¿Cómo se encuentra ante esta situación?
“Estoy bien, estamos sanos, con todas las medidas de higiene y seguridad. Seis de mis compañeros ya se adelantaron y a nosotros nos toca esperar a que surge otra opción para regresar a casa y con nuestras familias. Estamos tranquilos y tenemos fe en que todo se va a resolver pronto y de la mejor manera”.
¿Cuál es el compromiso de Relaciones Exteriores?
“Nos comunicamos con la Secretaría mediante correos electrónicos y llamadas. Ahí nos dijeron que había un vuelo humanitario, pero salí de San Pablo. Son casi mil 1500 kilómetros donde estamos nosotros. El espacio terrestre y aéreo está cerrado. El DT logró rentar una camioneta para que los llevara, y fue difícil conseguirlo”.
¿Cuántos lugares disponibles tenían en el vuelo?
“Tenías lugares muy restringidos, las prioridades eran menores de edad y adultos mayores. Fue cuando se decidió que se fueran ellos y dos entrenadores. En total nos quedamos 9 y el entrenador. Es complicado, nadie esperábamos a que fuera pasar todo esto, todo paso muy rápido. Solo hay que esperar”.
¿A qué dificultades se enfrentan?
“Pues estamos a la expectativa, no sabemos si pronto termine la cuarentena y se libere el futbol, o todo siga igual. Nosotros los jugadores no salimos de la casa club. Todos aportamos para cubrir los gastos. El entrenador se encarga de conseguir los alimentos, él va o nos los traen. Mis papás y un tío me están apoyando semanalmente y es la manera que estamos acá”.
¿Cómo es la cuarentena en la casa club?
Estamos con una rutina bastante disciplinada, tenemos patio y en la mañana hacemos ejercicio. Después hacemos nuestras tareas diarias de la casa. También tenemos actividades culturales y recreativas. Estudio la preparatoria en línea y hago las tareas. El profesor consiguió conferencias expertos en línea de diferentes materias, jugamos y tratamos de divertirnos”.
¿Cómo se comunica con su familia?
“Nos comunicamos a través de video llamadas de WhatsApp. Todas las tardes platico con mis papás; Martín y Teresa, y mi hermana Paola. Hablamos de muchas cosas, les digo que los extraño y espero volverlos a ver muy pronto”.
Antes de la cuarentena ¿Qué ofertas tenías futbolísticamente?
“La idea era terminar la temporada aquí. Tengo propuestas en el futbol paraguayo, pero este escenario lo complicó todo, y no hay más que esperar. Agradezco a todos sus mensajes de apoyo, gracias de todo corazón”.