No quiso volverse loco el conjunto sevillano y salió con sus líneas juntas para que no sucediera lo del partido de ida, en el que a los diez minutos ya perdía por 2-0.
La puerta a cero era fundamental para el éxito verdiblanco pero tampoco renunció el Betis a intentarlo en ataque ante un rival que ya en el estadio Roazhon Park mostró muchas carencias en la defensa.
Conforme avanzó el coque, el equipo local adelantó líneas y ello propició que el visitante encontrara más espacios a la contra y, después de un susto que dio Sarr y que acabó en córner, al saque de éste llegó el 0-1, obra del argelino Rami Bensebaini.
El futbolista del Rennes, libre de marca, marcó de cabeza, un problema para el Betis, que volvió a encajar en una jugada a balón parado, un problema que le llega habitualmente este curso.