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Se inunda el infierno

Por Agencia - 28 julio, 2017 - 03:53 a.m.

El tercer juego de la serie en contra de Diablos Rojos del México no se pudo llevar a cabo debido al mal clima que azotó la ciudad en el Fray Nano, el infierno de los pingos capitalinos. Ya no se verán las caras hasta Play Off los equipos de la novena escarlata y la Furia Azul.

Previamente a la hazaña de Gareth Bale y compañía, el máximo alcance de los Dragones en un torneo internacional fueron los Cuartos en el Mundial de Suecia 1958, aventura que se terminó ante el Brasil de Pelé. En esta ocasión, el siguiente contrincante de los galeses será el Portugal de Cristiano Ronaldo, el cual debe tener mucho cuidado cuando se enfrente el miércoles ante un equipo que no le tiene miedo a nada y sabe bien a lo que juega.

Ante los Diablos Rojos se quitó el estigma de ser dependientes a Bale, quien dio el partido más discreto del torneo, si bien su aporte fue valioso dejó los reflectores a sus compañeros.

Bélgica cayó presa de su mala marcación defensiva, carente de Thomas Vermaelen (suspendido) y Jan Vertonghen (lesionado), pues en cuestión ofensiva dio buenos argumentos.

Tras quedarse a nada de marcar en los primeros minutos, los escarlata pusieron el 1-0 al 12’ por medio de un disparo de larga distancia de Radja Nainggolan que apenas alcanzó a rozar Wayne Hennessey.

El golpe no bajó el ímpetu galés y para la media hora del partido se dio el empate, por medio del capitán Andy Williams tras cabezazo en un tiro de esquina.

Con el 1-1 en la pizarra los Dragones tomaron el control del juego, siendo Aaron Ramsey el más participativo, el problema fue que recibió su segunda tarjeta amarilla de la Euro y estará suspendido para el juego ante Portugal, al igual que Ben Davis.

Fuera del contratiempo, no hubo mayores preocupaciones para los británicos, el 2-1 se dio al 54’ luego de una jugada personal de Hal Robson-Kanu en el área, al quitarse a su marca y disparar de media vuelta.

La cereza en el pastel fue el 3-1 de Sam Vokes para el 85’ y también de buena manufactura, al desviar con la cabeza un centro por la banda derecha.

El silbatazo desató la euforia de todos galeses, algunos de ellos incluso lloraron por el logro alcanzado, sin duda un buen recuerdo y que todavía se puede agrandar, todo depende qué tan bien hagan las cosas ante Portugal y CR7.

Gales ya está convertido en el caballo negro de la Euro 2016.

El equipo británico aseguró ayer su boleto a las Semifinales al vencer 3-1 a Bélgica, logro que se posiciona como el mejor de su historia.

Previamente a la hazaña de Gareth Bale y compañía, el máximo alcance de los Dragones en un torneo internacional fueron los Cuartos en el Mundial de Suecia 1958, aventura que se terminó ante el Brasil de Pelé.

En esta ocasión, el siguiente contrincante de los galeses será el Portugal de Cristiano Ronaldo, el cual debe tener mucho cuidado cuando se enfrente el miércoles ante un equipo que no le tiene miedo a nada y sabe bien a lo que juega.

Ante los Diablos Rojos se quitó el estigma de ser dependientes a Bale, quien dio el partido más discreto del torneo, si bien su aporte fue valioso dejó los reflectores a sus compañeros.

Bélgica cayó presa de su mala marcación defensiva, carente de Thomas Vermaelen (suspendido) y Jan Vertonghen (lesionado), pues en cuestión ofensiva dio buenos argumentos.

Tras quedarse a nada de marcar en los primeros minutos, los escarlata pusieron el 1-0 al 12’ por medio de un disparo de larga distancia de Radja Nainggolan que apenas alcanzó a rozar Wayne Hennessey.

El golpe no bajó el ímpetu galés y para la media hora del partido se dio el empate, por medio del capitán Andy Williams tras cabezazo en un tiro de esquina.

Con el 1-1 en la pizarra los Dragones tomaron el control del juego, siendo Aaron Ramsey el más participativo, el problema fue que recibió su segunda tarjeta amarilla de la Euro y estará suspendido para el juego ante Portugal, al igual que Ben Davis.

Fuera del contratiempo, no hubo mayores preocupaciones para los británicos, el 2-1 se dio al 54’ luego de una jugada personal de Hal Robson-Kanu en el área, al quitarse a su marca y disparar de media vuelta.

La cereza en el pastel fue el 3-1 de Sam Vokes para el 85’ y también de buena manufactura, al desviar con la cabeza un centro por la banda derecha.

El silbatazo desató la euforia de todos galeses, algunos de ellos incluso lloraron por el logro alcanzado, sin duda un buen recuerdo y que todavía se puede agrandar, todo depende qué tan bien hagan las cosas ante Portugal y CR7.

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