CASTAÑOS, COAH.- Un predicador evangelista murió de manera instantánea al caer con todo y vehículo desde lo alto del puente “Los Cuates” ubicado en el Bulevar Santa Cecilia, todo por esquivar a un perro muerto abandonado en la vía.
En el accidente ocurrido poco antes de las 7 de la mañana, lamentablemente falleció Jesús Antonio Pérez Riojas quién circulaba de norte a sur a bordo de un vehículo Chevrolet Aveo color gris, con destino a su trabajo en Trinity.
El obrero de 30 años de edad que también se desempeñaba como predicador evangelista, perdió el control de su unidad al dar un ‘volantazo’ para esquivar el cuerpo de un perro muerto, estrellándose contra el barandal de contención que no pudo evitar que cayera al vacío de una altura de más de 10 metros.
La unidad cayó sobre el capacete, aplastando al conductor que falleció de manera instantánea en el lugar, muy cerca de su cuerpo, quedó un libro del Nuevo Testamento de la palabra de Dios.
Testigos del fatal accidente pidieron apoyo al Cuerpo de Bomberos Voluntarios y los paramédicos de Cruz Roja, quienes llegaron con equipo de rescate urbano, pero ya nada había que hacer, solo rescatar el cuerpo inerte del predicador.
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El cuerpo de Jesús Antonio Pérez Riojas fue aplastado por su automóvil.
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Paramédicos y autoridades arribaron al lugar del accidente.
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El vehículo cayó desde el puente.
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El conductor perdió el control impactándose contra los barandales de contención.
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Fueron más de 10 metros de altura.
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El vehículo cayó sobre el predicador.
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Detectives de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General del Estado dieron fe de los hechos y ordenaron el levantamiento del cuerpo que fue trasladado al forense.
VENCIÓ EL CÁNCER Y ACABABA DE CUMPLIR AÑOS.
Precisar que Jesús Antonio Pérez Riojas, era integrante activo de una iglesia Cristiana perteneciente a las Asambleas de Dios, y era reconocido por su ministro como predicador del evangelio a enfermos y personas carentes de fe.
En su juventud, su nombre fue conocido a nivel local, por enfrentar con gran valentía el cáncer, el cual venció de manera milagrosa, convirtiéndose así mismo en una prueba viviente de la fe que predicaba.
Apenas hace dos días, Jesús Antonio acababa de celebrar su cumpleaños número 30, siendo felicitado por sus familiares, amigos y miembros de la congregación Cristiana que lo reconocían por sus altos principios morales y religiosos.
