MONCLOVA, COAH.- Una noche que parecía normal en el "Bar Wichas", conocido por ser el punto de encuentro de aquellos que buscan un respiro en la ciudad, terminó de manera inesperada, digna de una escena de película de bajo presupuesto. Inspectores del departamento de Alcoholes llevaron a cabo un operativo sorpresa que culminó con la clausura del establecimiento y la detención de la mesera, Verónica, mejor conocida entre los asistentes como "Vero", quien claramente pensó que el "no pasa nada" era suficiente para ignorar la necesidad de tener su tarjetón vigente.
Verónica, quien había llegado dispuesta a cumplir su jornada laboral como cualquier noche, estaba plenamente consciente de que su documentación no estaba en regla.
Aun así, optó por hacer lo que muchos hacen en situaciones incómodas: seguir con su trabajo y esperar que todo saliera bien.
Nada parecía fuera de lo común, hasta que, como si se tratara de una película de suspenso, los inspectores municipales irrumpieron en el bar, buscando la legalidad del negocio y el personal que ahí laboraba.
En ese momento, la sonrisa de Verónica se desvaneció al darse cuenta de que había olvidado que en este "mundo real" los documentos importan.
Intentó escabullirse con la excusa de que sus documentos estaban "en casa de su tía", un intento de evasión que no impresionó a nadie.
Al mismo tiempo, un cliente de edad avanzada, probablemente con más valor que sentido común, trató de defenderla y, como en todo buen drama, comenzó a insultar a los inspectores de Alcoholes y a la Policía.
El resultado fue claro: tanto él como Verónica terminaron asegurados por las autoridades, y el bar, que probablemente pensó que no habría consecuencias por un par de horas de trabajo "sin papeles", fue clausurado.
