Dicen que en el hospital se conocen a los verdaderos amigos, bueno pues está es una historia de un fiel compañero de vida, nadie sabe su nombre, lo apodaron “El Chato” los mismos derechohabientes, llegó hace unos días a la clínica siete del Seguro Social, para estar de guardia en la entrada de la sala de urgencias espera a su amo que entró y no salió.
Los bomberos llegaron a querer retira al perro.
Luego de un reporte anónimo, los bomberos llegaron a querer retirarlo, decían que era un perro agresivo, probablemente fueron los mismos guardias de la clínica quienes hicieron el llamado, pero testigos le aseguraban a los tragahumos que el can no era agresivo, que al contrario era muy noble.
“Como veía a tanta gente, quería estar en la puerta para que no se le pasara cuando viera a su amo, intentamos saber si había familiares del dueño o dueña del perro, pero nadie nos supo dar razón, no sabemos si está internado (a) ojalá y sí, porque si se murió hay alguien que lo sigue esperando, “el chato”, dijo un derechohabiente, quien también hacia guardia a un familiar enfermo.
Los bomberos intentaban amarrarlo para subirlo a la motobomba y llevárselo, pero el perro se refugiaba casi al entrar de la clínica, hasta que se acercó un hombre, “miren les voy a mostrar que no es agresivo, “chato”, tranquilo, no te van a llevar, te vas conmigo”, mientras el perro solo volteaba a la puerta, se calmó y accedió.
El buen hombre, les pidió a los bomberos que se retiraran, les propuso que él se lo llevaría a su casa, pero que lo dejaran en paz, los bomberos accedieron y el hombre, de quien no se supo su nombre se lo llevó a su casa.
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Hasta el momento se sigue desconociendo a los dueños de este pobre perrito que aguardaba con paciencia hasta ver a sus amos, si usted lo reconoce apoye a la causa, para poder dar con sus dueños.
Su cara delataba la tristeza que vivía el can.