Un obrero de Altos Hornos de México y su primo fueron acusados de encabezar un grupo de extorsionadores y aunque se activó el Código Rojo se activó y se detuvo a los dos, no se les pudo demostrar nada.
Mario Armando Hernández Rivera, de 39 años de edad, quien dijo ser originario de Saltillo y Pablo Regino Rivera Gutiérrez, de 28, vecino de la calle Altamira, número 629, de la colonia Guerrero, son quienes a pesar de no encontrárseles nada que los ligara a algún delito, fueron arrestados por una falta administrativa menor.
Eran cerca de las 17:00 horas cuando una llamada anónima ingresó al sistema estatal de emergencias, en la que delataba a un par de extorsionadores, activó la alerta máxima.
Los oficiales de las diferentes corporaciones se abocaron a la búsqueda de una camioneta Chevrolet, Venture, en color blanca, que según el autor de la llamada, se encontraba en el exterior de una tienda de conveniencia ubicada sobre la calle Plan de Ayala, en el fraccionamiento Francisco I. Madero, justo frente a la empresa Techonitrim.
Al ubicar la camioneta que abordaban los supuestos extorsionadores, las autoridades se encargaron de revisar el interior además de los teléfonos celulares de los señalados sin encontrar nada que los involucrara en alguna extorsión.
Debido que el saltillense estaba bajo los efectos del alcohol, los oficiales llevaron a cabo la detención del par y aseguraron la Van. Ambos quedaron asegurados por una falta administrativa menor y al cubrir su fianza fueron dejados en libertad.
