Las emisiones globales de CO2 siguen asfixiando al planeta y en este 2019 aumentaron 0.6 por ciento, pese a disminuir el consumo de carbón, debido al fuerte crecimiento en el uso de gas natural y petróleo. Lo anterior lo revela un nuevo informe de Global Carbon Project (GCP) que señala que no se puede descartar una disminución de las emisiones "dadas las incertidumbres en la proyección".
La investigación fue presentada en la Cumbre del Clima (COP25) de Madrid y también se publicó en las revistas Nature Climate Change, Environmental Research Letters y Earth System Science Data.
Las primeras estimaciones sugieren que las emisiones de CO2 del uso del carbón disminuirán 0.9 por ciento % en 2019, mientras que las emisiones de CO2 del consumo de petróleo crecerán 0.9 por ciento y de gas natural 2.6 por ciento.
El estudio revela que la concentración de CO2 atmosférico alcanzó un promedio de 407.4 partes por millón (ppm) en 2018 y se prevé que aumente en 2.2 ppm en 2019 hasta alcanzar unas 410 ppm.
Según el estudio, se trata de un crecimiento más lento que en 2018, pero las emisiones mundiales de carbono siguen avanzando en la dirección equivocada en un momento en que los gobiernos deben apostar por la descarbonización.
Las emisiones mundiales de CO2 fósil (combustibles fósiles, industria y cemento) crecieron 3 por ciento anual en la década de 2000, pero el crecimiento ha aumentado. Se desaceleró desde 2010 a un promedio de 0.9 por ciento por año, y de 2014 a 2016 hubo un aumento muy pequeño en las emisiones, que volvieron a crecer nuevamente en 2017 (1.5 por ciento), 2018 (2.1 por ciento) y ahora en 2019 (0.6 por ciento). Frente a esto, los investigadores encuentran que las políticas gubernamentales actuales no son suficientes.
El reciente crecimiento de las tecnologías de baja emisión de carbono (solar, eólica, vehículos eléctricos), en el mejor de los casos, sólo ha ralentizado el crecimiento de las emisiones mundiales de combustibles fósiles “A pesar de la retórica política y el rápido crecimiento de las tecnologías bajas en carbono como la energía solar y eólica, vehículos y baterías eléctricas, es probable que las emisiones mundiales de CO2 fósil sean más de un 4 por ciento más altas en 2019 que en 2015, cuando se adoptó el Acuerdo de París”, advirtió Glen Peters, director de investigación en el Centro para la Investigación Climática Internacional (CICERO).
Consideró que, si bien puede haber algunas reducciones de emisiones a corto plazo por el uso de gas natural en lugar de carbón, el consumo de gas natural “debe eliminarse rápidamente para cumplir los ambiciosos objetivos climáticos”.
El informe destaca que casi todos los países han contribuido al aumento de las emisiones mundiales; ya sea por crecimiento en emisiones o reducciones que son más lentos de lo requerido.