Javier “Chicharito” Hernández vuelve a estar en el centro de la polémica, esta vez por una serie de videos publicados en su cuenta de Instagram en los que critica abiertamente al feminismo y cuestiona los roles de género tradicionales. Las reacciones no se hicieron esperar, y entre las más virales está la de la tiktoker Jimena Jiménez, quien lanzó un comentario sarcástico que desató miles de interacciones.
En uno de los videos compartidos por el futbolista, grabado desde su auto, Chicharito se burla de las contradicciones que —según él— existen en ciertos discursos feministas: “¿Quieres a un hombre proveedor, pero limpiar es opresión patriarcal? Interesante”, ironizó. En otro clip, añadió que las mujeres “están fallando” al intentar erradicar la masculinidad y recomendó que “encarnen su energía femenina” a través del cuidado del hogar, al que describió como “el lugar más preciado para los hombres”.
Las palabras del exjugador del Manchester United fueron calificadas como machistas por figuras públicas como Sherlyn, Bárbara de Regil, Olivia Peralta y Alex Speitzer, además de desatar un debate amplio entre usuarios de redes sociales.
Fue en este contexto que Jimena Jiménez respondió con un video en TikTok que rápidamente se viralizó. En el clip, la influencer ironiza: “Cada que un hombre se queda más calvo, dice más estupideces”, insinuando que los comentarios del futbolista podrían tener relación con su apariencia física y edad. En tono de burla, agregó: “Es que se les sobrecalienta el cerebro sin cabello”.
El video superó el millón de reproducciones y generó una ola de comentarios, muchos de ellos apoyando la postura crítica hacia las declaraciones de Chicharito. Aunque algunos internautas defendieron al exfutbolista diciendo que “no dijo nada tan grave”, la mayoría de los mensajes se sumaron al rechazo, con frases como:
“Mi novio se está quedando calvo y ya empezó a hablar de 50/50, yo así de ‘jamás, precioso’”.
“Pierden su escudo protector contra el sol y el cerebro se recalienta”.
La controversia no solo revela el choque de posturas respecto al feminismo y los roles de género, sino también el poder que tienen las redes sociales para amplificar debates culturales con tono tanto serio como sarcástico.