Una menor de 5 años estuvo sometida a múltiples cirugías, diálisis y consultas médicas, debido a los problemas renales que constantemente la aquejaban.
La pequeña nació prematura en la semana 26 del embarazo y tras pasar más de 150 días en la Unidad de Cuidados Intensivos neonatales, los médicos le diagnosticaron ceguera parcial, sistema inmune debilitado y falla en riñones.
Los inconvenientes renales, la sometieron a 11 horas de tratamiento de diálisis todos los días a su corta edad; Josh y Desiree, sus padres, estaban desesperados por hallar a un donante de riñón para ella.
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Robin Mach de 46 años, es la maestra de educación especial que la tuvo como alumna por más de 2 años; cuando se enteró que la pequeña necesitaba un trasplante de riñón: “no lo pensé 2 veces antes de ofrecer mi órgano”, señaló la docente.
“Le pregunté a Desiree sobre eso porque sabía que la niña realmente lo necesitaba, así que pensé: ¿por qué no intentarlo?”, precisó Mach. Después de 3 meses de pruebas y de lo que la madre denominó como “montaña rusa de emociones”, los especialistas autorizaron la operación.