Recientes investigaciones han revelado un avance en el tratamiento del Alzheimer. Se trata de un nuevo compuesto molecular que ha demostrado restaurar tanto la cognición como los recuerdos perdidos debido a esta enfermedad en ratones de laboratorio.
El estudio fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y fue liderado por el equipo de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en inglés).
Diferencias con los medicamentos actuales
A diferencia de los medicamentos actuales para el Alzheimer, que se centran principalmente en eliminar las placas amiloides en el cerebro, el nuevo compuesto, denominado DDL-920, actúa de manera distinta. Mientras que los tratamientos existentes buscan eliminar estas placas, no han demostrado restaurar la función cognitiva y los recuerdos perdidos.
¿Cómo funciona el DDL-920?
El DDL-920, sintetizado en el Laboratorio de Descubrimiento de Drogas de UCLA, se enfoca en otro aspecto del Alzheimer. Además de la acumulación de placas amiloides, la enfermedad también afecta las oscilaciones gamma, que son cruciales para funciones de memoria como recordar números de teléfono. Este nuevo compuesto parece mejorar estos procesos.
Resultados en pruebas con ratones
Los investigadores realizaron pruebas con ratones normales y ratones modificados genéticamente para tener Alzheimer. Tras dos semanas de administración oral del DDL-920, los ratones con Alzheimer lograron recordar rutas en laberintos con la misma eficacia que los ratones normales. No se observaron comportamientos anómalos en los ratones tratados, lo que sugiere que el compuesto es seguro para ellos.
¿Podrá llegar a usarse en humanos?
A pesar de los resultados prometedores en ratones, aún queda mucho por hacer para evaluar la seguridad y efectividad del DDL-920 en humanos. Los investigadores están entusiasmados con la posibilidad de que este nuevo tratamiento pueda tener aplicaciones en otros trastornos que afectan las oscilaciones gamma, como el trastorno del espectro autista, la depresión y la esquizofrenia