CIUDAD DE MÉXICO.
María Sharapova se aventuró a manejar un
Porshe GT2RS y demostró sus dotes al volante, aunque su copiloto
Mark Webber tuvo que aguantar uno que otro grito que
dio la tenista rusa.
El expiloto de Fórmula Uno le cedió el volante a
Sharapova y antes de pisar el acelerador, le
dio algunos consejos.
Maria tuvo una mezcla de emociones, pasó de los
gritos a las risas.
Sharapova participará en el
torneo de Birmingham, antesala de Wimbledon, en dos ediciones (2018 y 2019), luego que el año pasado no pudo ver acción por una lesión.
En estos momentos, la rusa se sitúa en el puesto 41 del mundo y esta temporada alcanzó la tercera ronda del
Abierto de Australia y cayó en las semifinales de Shenzhen (China), como sus mejores resultados.