El deporte del boxeo, lucha libre, es uno de los eventos que no se ven a diario, comparando con las demás disciplinas deportivas, en la ciudad de Monclova alberga la catedral de los costalazos, golpes, llaves y sopapos.
Francisco Javier Padilla Garanzuay es una persona que siempre fue en busca de sus sueños, de familia apasionada por el boxeo, comenzó a perseguir su sueño en espera de lograr colocarse como el lugar número uno en funciones.
Un 22 de marzo en el año 98 tuvieron su primer evento, en la constancia de realizar eventos boxísticos y ver que no se podían realizar semanalmente, Francisco Garanzuay decidió emprender en realizar carteles de lucha libre.
Su proyecto se convirtió en un sueño hecho realidad.
La buena respuesta por el público hizo mantener a la arena, misma que comenzara con algunas gradas y en un espacio reducido, conforme pasaban los años la asistencia de los aficionados seguía en total constancia.
Cada vez se presentaban mejores estrellas en ambas disciplinas del box y lucha, los frutos no tardaron en llegar para Francisco Padilla que nunca quitó el dedo del renglón, los grandes sacrificios por seguir con su proyecto de vida le dieron frutos.
Hasta lograr posicionar a la arena como la más antigua y en total constancia de Monclova, hoy en día la arena cuenta con sus instalaciones ampliadas, más espacio y mayor comodidad para los aficionados de Monclova.
Iniciaron con pocas gradas.
“Primeramente que nada quiero dar el mayor agradecimiento a todos los aficionados por hacer posible este XX aniversario, ya que son ellos quien cada jueves nos acompañan a los carteles de lucha libre, además que su buena respuesta hace más fácil el traer estrellas de la baraja luchística.
Total agradecimiento infinitamente a ustedes esperando que nos puedan acompañar más jueves por muchos años más”, expresó Francisco Javier Padilla Garanzuay.
